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El rey Carlos III de Inglaterra está atravesando uno de los momentos más complicados de su vida tras ser diagnosticado de cáncer. Una noticia muy difícil de digerir, pero que parece que el Rey de Inglaterra está afrontando de la mejor manera posible. Aunque viaje a Londres cuando es necesario por compromisos oficiales, Carlos III se ha refugiado en su residencia de Sandrigham, donde está continuando el tratamiento tras su diagnóstico.
Sin embargo, a pesar de que su máxima prioridad es estar tranquilo y descansar, su calma se ha visto interrumpida por un 'ataque vandálico'. La residencia de Sandrigham ha sufrido el ataque de unos "gamberros". Según publica el periódico inglés 'The Sun', unos vándalos han destrozado parte de esta finca, concretamente el campo de fútbol que la casa real tiene alquilado al Dersingham Rovers Football Club desde los años 1990.
Según ha trascendido, los vándalos rociaron un campo de fútbol con diferentes sustancias, destrozando por completo el césped y donde ahora se pueden observar marcas en zigzag en algunas zonas del césped. Un inesperado ataque del que no se conocen los motivos y que se parecen ser fruto de una broma sin sentido.
Por el momento, no se ha confirmado si se ha informado al monarca de este ataque vandálico o se le mantiene al margen de este suceso para que no afecte a su tratamiento contra el cáncer. La última vez que vimos al rey Carlos III de Inglaterra fue el pasado martes cuando regresó a Londres a Clarence House, su domicilio habitual, acompañado de su mujer, la reina Camila para hacerse una serie de pruebas. El monarca está ya en pleno tratamiento de su cáncer, del que ya hemos conocido todos los detalles y tiene que viajar de vez en cuando a la capital, no solo por sus compromisos oficiales sino que también para seguir trabajando en la cura de su enfermedad.
