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La normalidad está volviendo poco a poco a la vida de los príncipes de Gales, y tras un mes desde que Kate Middleton reapareciera para anunciar que le habían diagnosticado un cáncer y que se estaba sometiendo a quimioterapia, ahora todos están retomando su quehaceres, como el príncipe Guillermo. Tras una temporada en el ojo del huracán por la 'desaparición' de Kate -que dio lugar a locas teorías e historias conspiranoicas- el príncipe heredero de la Familia Real Británica ha decidido volver a su agenda, y lo ha hecho este jueves de la mano de los más necesitados.
Guillermo ha querido colaborar con la organización 'Surplus to Supper', que se dedica a luchar contra el desperdicio de comida, y cocinan para hacer llegar menús, con esos alimentos que se iban a tirar y que estaba en perfecto estado, a miles de personas en el Reino Unido en situación de pobreza alimenticia, pero también a escuelas, residencias, organizaciones religiosas y centros juveniles. Y ha sido en las oficinas de la institución en el pueblo de Surrey donde el Príncipe ha dejado unas imágenes de lo más pintorescas, con delantal y entregado a la causa limpiando, cortando, pelando y, en definitiva, cocinando para quienes más lo necesitan. Esta curiosa reaparición se ha producido sólo unos días después de dejarse ver con su hijo Jorge en un partido de fútbol.
Además, ni corto ni perezoso, también ha participado en la carga y descarga de los furgones de comida, y no ha dudado en remangarse para repartir lo cocinado. Sin duda, y por su cara, la vuelta al trabajo le está sentando estupendamente, y es que también es algo que le ayudará a despejar la cabeza, mientras su mujer se enfrenta al tratamiento. Además, también hay que tener en cuenta la presión que debe de sentir Guillermo, pues su padre, el rey Carlos III, también lucha contra un cáncer que le detectaron tras una operación de próstata.
Tras unos días de asueto para despejarse por el terremoto de la noticia del cáncer de Kate, la pareja decidió alojarse durante las vacaciones de Pascua en su residencia de Anmer Hall, y es que quisieron dejar atrás Adelaide Cottage para cambiar de aires después de pasar allí la recuperación de Kate tras su operación abdominal del pasado enero.
