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La vida con cáncer no es nada fácil, pero después, cuando todo ha pasado, tampoco, y Kate Middleton es una de las miles de personas que han superado el cáncer que lo sabe bien. La princesa de Gales fue diagnosticada con un tumor en la zona abdominal a principios del año 2024, después de someterse a una cirugía en dicha zona en enero de ese mismo año, que terminó destapando la enfermedad. Una dolencia que le obligó a parar en seco y retirarse de sus funciones públicas durante meses, y que aún hoy, a pesar de que ya ha terminado el tratamiento, continúa complicándole la vida. Poco a poco, Kate ha ido volviendo a recuperar su agenda, pero no es extraño que no aparezca en actos en los que se le espera, como ocurrió hace unas semanas al preocupar con su ausencia en las carreras de Ascot. Y sin embargo, ahora ha reaparecido en un encuentro en el hospital de Colchester, en Essex (Reino Unido), donde ha hablado muy claro sobre su proceso: "No puedes desenvolverte con normalidad en casa como antes".
En su cita en este centro sanitario, ha visitado el Wellbeing Garden, desarrollado por la Royal Horticultural Society (RHS), un remanso de paz para pacientes, familiares, personal sanitario y visitas en el que pueden practicar jardinería como hobby mientras luchan contra la enfermedad. "Asumes una actitud valiente y estoica durante el tratamiento, los tratamientos realizados y luego piensas: 'Puedo seguir adelante, volver a la normalidad'. Pero, en realidad, la fase posterior es realmente difícil", aseguraba entre los asistentes. "Ya no estás necesariamente bajo la supervisión del equipo clínico, pero no puedes desenvolverte con normalidad en casa como antes. Creo que es muy valioso contar con alguien que te ayude a superar eso, que te muestre el camino y te guíe durante esa fase posterior al tratamiento", señalaba también.
Recibir el diagnóstico no es fácil, ni siquiera para una 'royal' como ella, que no deja de ser también un ser humano que sufre, una esposa, una madre, una hermana, una hija y una amiga: Hace unos meses tuvo una espontánea conversación con otra paciente de cáncer, y ahora ha vuelto a hablar sobre su experiencia: "Es un cambio de vida para cualquiera, desde el primer diagnóstico hasta el postratamiento y situaciones similares. Es una experiencia transformadora, tanto para el paciente como para sus familias. Y, de hecho, a veces pasa desapercibido. Uno no necesariamente aprecia, sobre todo cuando es la primera vez, el gran impacto que tendrá", aseguró.
