Guillermo y Kate, su primer beso como esposos

Guillermo y Kate, ya convertidos en duques de Cambridge, salen de la abadía donde acaban de darse el 'sí, quiero' seguidos por sus pajes, damas de honor y la hermana menor de la novia, Pippa Middleton.

La pareja, mucho más relajada después de los nervios iniciales, se muestran muy sonrientes y regalándose contínuas miradas de complicidad.

Kate Middleton, que no ha perdido la sonrisa en ningún momento, y Guillermo, ha podido sentir durante el recorrido nupcial el enorme cariño del pueblo británico, que se ha lanzado a la calle agitando banderitas en un día como hoy que había sido declarado festivo en el país.

La pareja inició el recorrido nupcial a las 13.15 mientras sonaban unas 5.000 campanas en todo Londres. Su destino era  el palacio de Buckingham, donde la reina Isabel II invitará a 600 personas.

Guillermo y Kate han usado la misma carroza que utilizaron Carlos y Diana en 1981 tras su boda. Se trata de la State Landau, construida en 1902 para la coronación del rey Eduardo VII.

Están felices, ambos han cumplido su sueño de convertirse en marido y mujer. Un día serán Guillermo V y Catalina VI, soberanos de 16 reinos, pero hoy son sólo dos jóvenes de la generación del 82 que están enamorados y quieren crear una vida en común.

Mientras Kate no ha perdido la sonrisa, Guillermo se ha mostrado algo más serio. Era previsible ya que el joven es tímido y muy nervioso. Él mismo ya confesó hace unas semanas que le temblaban las piernas ante el enlace.

Los jóvenes encabezan el recorrido por las calles de Londres seguido por cuatro carruajes en los que viajaban en distintas carrozas, Enrique de Inglaterra, Pippa Middleton, hermana y dama de honor de la novia, junto los pajes y las demás damas; la reina Isabel y su marido, y Carlos y Camila acompañados de sus ya consuegros.

Cientos de ciudadanos han seguido atentos el desfile, amenizado por bandas militares, desfiles de soldados y regimientos montados que han pasado por la Plaza del Parlamento, Whitehall y Mall.

Durante su recorrido hacia el palacio de Buckingham, el cortejo nupcial era escoltado por la Guardia Real.

Londres, en alerta máxima por ataques terroristas, está tomada por la policía. 5000 agentes vigilaban la ciudad para que todo fuera perfecto en un día tan importante para la Familia Real británica.

Durante todo el recorrido, Guillermo y Kate han estado compartiendo confidencias, dulces miradas y cariñosos gestos, comentando todo lo que sucedía a su alrededor.

Enrique, que se ha portado como un perfecto padrino, respalda a su hermano y su ya cuñada en un carruaje en el que va acompañado de Louise, hija de los Condes de Wessex y Tom Pettifer, hijo de Charles, institutriz del novio entre 1993 y 1999.

Esta es la llegada de Kate Middleton, ya convertida en esposa de Guillermo de Inglaterra, a Buckingham Palace. Muy caballero, su esposo le ayudó a subir los escalones.

Nada más llegar a Buckingham Palace, casi sin tiempo de disfrutar de su nueva condición y de su boda, Kate Middleton comenzó a 'trabajar'. En esta imagen vemos a la esposa del príncipe Guillermo conociendo a la Primera Ministra de Australia Julia Gillard y su esposo, Tim Matheison.

La plaza frente a Buckingham Palace estaba repleta de anónimos ciudadanos deseosos de dar la enhorabuena a los novios, que sólo tardarían unos minutos en comparecer, felices, ante ellos. Se calcula que más de un millón de personas han salido este viernes 29 de abril a la calle para felicitar a los novios.

Minutos después de su llegada a Buckingham Palace, los flamantes duques de Cambridge salieron al balcón para saludar a los centenares de personas que se habían acercado al palacio real a felicitar a Guillermo y Kate.

El príncipe Guillermo, que abrazaba ligeramente a su esposa por la espalda, y Kate Middleton saludan alegremente a las personas apostadas frente a Buckingham Palace que, ilusionadas, querían darles su felicitación.

Este es el primer beso en público de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton. Ha sido la imagen de la consumación de sus más de ocho años de amor.

Tras los saludos y besos, los duques de Cambridge regresaron al interior de Buckingham Palace, donde la reina ha presidido una recepción en honor a los novios. Tras ésta, Guillermo y Kate se fueron a descansar a Clarence House para continuar las celebraciones en el Palacio de Saint James a las ocho de la tarde, donde esta noche se celebra una cena privada y un baile a la que asistirán unos 300 invitados.