Más bótox y más tristeza
Tan sólo un día después de celebrar su 39 cumpleaños el pasado 25 de enero, Charlene Wittstock, asistió junto a su marido, el príncipe Alberto II de Mónaco, a las fiestas de Santa Devota, patrona del Principado y de la familia real monegasca.
Para la ocasión y pese a su juventud, Charlene lució un rostro totalmente renovado gracias a la cirugía estética: con la nariz más estilizada, los pómulos más marcados y unos labios deformados por el efecto reciente del relleno. Todo ello con una piel lisa, sin rastro de arrugas, ni siquiera las patas de gallo que ya lucía hace diez años en su presentación oficial como novia de su ahora marido.