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Gustavo González y María Lapiedra están viviendo un momento muy dulce. Tras salir a la luz su relación, lo que a los dos les costó la separación de sus anteriores parejas, vivieron momentos de tensión. Y es que salió a la luz que su relación viene de años y por tanto, los dos fueron infieles a sus respectivas parejas. A las tensiones derivadas de dichas separaciones, hay que sumar las informaciones que apuntaban a cómo se estaban lucrando supuestamente con su historia de amor y lo mal que había sentado a los hijos de Gustavo la 'traición' de su padre.
Sin embargo, toda esta situación difícil podría haberse superado y el paparazzi está haciendo lo posible por recuperar la paz y la tranquilidad a su vida y la confianza de sus hijos.
Para ello, se ha mudado a un piso en la madrileña localidad de San Sebastián de los Reyes, muy cerca de donde residen sus cuatro hijos. En esa mudanza ha estado a su lado María, un síntoma más del dulce momento que viven y cómo ella apoya a su chico en este intento por recuperar la calma en su vida.
Al parecer, la prioridad de Gustavo sería la de convivir con sus hijos mayores de edad, cuando ellos lo estimen oportuno, tal como hizo durante unos meses tras su separación, ya que el acuerdo inicial con su ex fue que él se quedaba en el domicilio familiar con los niños y que la custodia del menor sería compartida.
Sin embargo, el convenio regulador de mutuo acuerdo se archivó y la separación se convirtió en un divorcio contencioso que aún está sin solucionar. Mientras, está organizando su nueva vida con María, que ha vuelto a instalarse en Barcelona, ya que sus hijas comienzan el colegio, así que seguirán con su relación entre Madrid y Barcelona y con sus planes de aumentar la familia.
Durante los días que la catalana estuvo en Madrid para ayudar a Gustavo, aprovecharon para disfrutar de las fiestas de San Sebastián de los Reyes, famosas por sus encierros. María viajó hasta la capital española en compañía de sus dos hijas.
Allí los vimos pasando la tarde como una familia, tomando algo, divirtiéndose y montando a las hijas de María en varias atracciones. La relación del colaborador con las niñas es estupenda y ellas disfrutaron de las atracciones de la feria muy contentas. Ahora lucha por recuperar la normalidad con sus cuatro hijos y la custodia compartida del menor.