Marián Ávila es el mejor ejemplo de que con ilusión y esfuerzo los sueños se hacen realidad. Quería ser modelo y finalmente lo consiguió con su perseverancia y constancia. Ávila sólo tenía un sueño, romper con todas las barreras que le imponía el Síndrome de Down y hacer de la pasarela su modo de vida. Desde muy pequeña, Marián ha recibido el apoyo de su familia quienes se han convertido en sus ángeles de la guarda y no le han dejado sola ni un momento. La joven acaba de dar un salto enorme en su carrera laboral que le cambiará la vida.
Ha protagonizado numerosos anuncios y ha desfilado con el gran Francis Montesinos. Todo ello, le ha ayudado para brillar en la Semana de la Moda de Nueva York luciendo con mucha profesionalidad los diseños de Talisha White.
Nieves Álvarez y Judit Mascó son sus modelos a seguir, aunque ella ya se ha convertido en una profesional que hasta ha aparecido en una revista china. Su carrera no tiene límites y va viento en popa.
Le apasiona el modelaje, pero también le gusta bailar y actuar. Su sueño es ser una gran actriz. Para ello, estudia en la escuela de interpretación Primera Toma en la que ha crecido como persona y profesional.
La vida le ha puesto situaciones complicadas, pero siempre ha sabido salir adelante aprendiendo de ellas. Desde muy pequeña una monitora le ayudó a ser autónoma para poder valerse por sí misma. Además, siempre ha tenido como ejemplo a su hermana Ángela quien ha sido el gran referente de su vida.
Es muy coqueta y no le importa reconocer que le gusta verse guapa y mirarse en el espejo. Marián Ávila ha trabajado muy duro para conseguir sus metas y no deja de hacerlo. Estamos seguros de que su carrera va a ser imparable.