Carlota Corredera terminó, de manera inesperada, su última aparición en 'Sálvame'. Después de las más de cuatro horas de programa, la presentadora estaba a punto de despedir la emisión del día cuando recibió un regalo insospechado de Lydia Lozano. Durante todo el programa, los colaboradores de 'Sálvame' estaban imitando la servicial actitud que Chelo García Cortés está teniendo con Isabel Pantoja en 'Supervivientes'. Lydia Lozano fue, durante toda la tarde, la fiel sierva de Kiko Hernández. Dos de sus misiones fue comprar la merienda y traer varias tartas al plató que la periodista cumplió pero Kiko le tenía guardada una última misión.
"La última petición de la tarde. Lydia Lozano queda solamente esta tarta. Tienes que hacer de Payasín y a la vuelta tienes que tirársela a uno de mis compañeros pero no a mí" le encomendó Hernández a Lozano aunque ella se negaba.
Lydia se escondió entre las cámaras y, cuando Carlota terminó con el juego de los espectadores, se dirigió al centro del plató para ver quién recibía el tartazo de Lydia. Lo que menos se esperaba la presentadora es que la destinataria era ella misma.
Carlota se quedó con la boca abierta ante la dulce sorpresa. "Llevo toda la tarde aguantando sin comer tarta y tengo que meterme en la boca este trozo así" dijo. "Tú qué parte no has entendido de que era para un colaborador.. Me parece fatal con toda la gente que quería comer tarta todavía" dijo enfadada.
Los colaboradores de 'Sálvame' querían saber cómo le había sentado el tartazo a la gallega que no daba crédito. "Ponérmelo grande, en el plasma, que me quiero ver" pedía. "Bueno, por lo menos estoy guapa" añadió Carlota al ver el tartazo en todo su esplendor.