- El desplante de Ana María Aldón a Gloria Camila.
- La diseñadora rompió a llorar tras escuchar las palabras, muy dolorosas, de la familia de Ortega Cano hacia ella.
Ana María Aldón ha pasado tres meses separada de su familia y, aunque en 'Supervivientes 2020' ha vivido una experiencia única que le ha cambiado la vida, no ha dejado de pesar en sus seres queridos ni un minuto. Al igual que ellos, que también la han echado mucho de menos. Tras una breve visita a su ciudad natal, Sanlúcar de Barrameda, terminado el concurso, la mujer de José Ortega Cano tuvo que volver a Madrid para cumplir con sus compromisos profesionales. Ana María Aldón se sentó en el 'Deluxe' desvelando que padecía depresión desde hacía años y que tras su paso por el reality se encontraba mejor y había tomado la decisión de dejar la medicación. Unas sinceras declaraciones, tanto como el abrazo en el que se fundió con su hijo en la estación de AVE de Sevilla, cuando regresó de la capital.
Nada más bajarse del tren, el pequeño José María corrió a reencontrarse con su madre, que le abrazó, muy emocionada, y le cogió en brazos.
El pequeño llevaba un look muy similar al de su padre, con pantalones celeste y camisa con cuello mao. Días, antes Ana María, Ortega Cano y el pequeño estuvieron de compras en un centro comercial.
Mientras madre e hijo protagonizaban un efusivo reencuentro, el beso entre el torero y su mujer fue mucho más 'casto'.
Por su parte, la ex superviviente lucía una camisa con estampado de leopardo, pantalones negros y taconazos a juego, que estilizaban su figura.
Horas después, ya en Sanlúcar, Ana María se reencontró con su madre. El matrimonio y la madre de la ex supervivientes pasearon por las calles de la ciudad y se tomaron un helado.
Aunque parezca el mismo look, Ana María cambió de camisa –con el mismo estampado– y los tacones por unas cómodas sandalias. En todo momento, la diseñadora estuvo muy pendiente de su madre.
Luego, el matrimonio salió a dar un paseo con la nieta de Ana María. Sin duda, la ex superviviente quiere recuperar todo el tiempo perdido que ha estado lejos de los que más quiere.