- El DJ no está pasando por su mejor momento profesional ni personal
- Recientemente ha confesado haberle sido infiel a su mujer, Irene Rosales
A Kiko Rivera se le está agotando la paciencia con su madre, y es que, a pesar de que cuando la necesita siempre está ahí, parece que la tonadillera está faltando a su palabra últimamente, y Kiko está enfadado, y bastante. El DJ confesó el pasado fin de semana en 'Sábado Deluxe' que sufría una depresión y, al contarlo, recibió una llamada en directo de su madre con mucho cariño, en la que le dijo que no estaba solo, que siempre tendría a su familia a su lado y que, en cuanto pudiera, iría a darle un beso y un abrazo para reconfortarle. Sin embargo, poco sabía Kiko que las palabras, quizá, no eran literales, y que su madre no iba a salir corriendo a su casa para verle y darle ese beso y ese abrazo prometidos tan rápido como él esperaría... y le ha mandado un mensaje velado a través de Instagram en el que parece harto de que su madre no cumpla su palabra: "3 días y aún sigo esperando que vengas a darme un beso", le ha dicho entre otras lindeces.
El artista ha asegurado en su post, en el que aparece con una cara totalmente entristecida, que "Las palabras se las lleva el viento...", y como su madre aún no ha aparecido, ya se ha dado ánimos a sí mismo: "Hoy comienza un nuevo día!🌞 Nada ni nadie podrá conmigo, podéis estar seguros! Vamo' parriba💪🏻", ha añadido.
Kiko no está precisamente en su mejor momento: su carrera musical, como la de muchos artistas, está cayendo en picado sin poder hacer actuaciones, y con ello sus ingresos. Además, su último trabajo como colaborador deportivo en la radio no salió como él quería al recibir más críticas que halagos. Ahora parece que ha encontrado en su hobby, los videojuegos, otra plataforma en la que darse a conocer y empezar a ganar dinero, pero sin duda estará deseando volver a los escenarios...
