No ganamos para disgustos, ¡Ay! Afortunadamente algunos se superan como éste de Raquel Mosquera, nuevamente actualidad del 'cuore', al fin libre tras haber estado veinte días hospitalizada por una depresión. No fue un simple dolor de cabeza y levantó todo tipo de especulaciones, alguna preocupante, consecuencia de otra recaída de su salud mental producida tras el último brote psicótico que padeció. La peluquera pasó los primeros trece días realmente angustiada y sin verse un futuro.
"Del brote psicótico caí en una depresión. Los médicos decidieron que ingresara para medicarme, controlarme y lograr recuperarme. Pienso que fue consecuencia de que rebajaran la medicación. Me la redujeron excesivamente y desembocó en la inesperada depresión. Voy recuperándome poco a poco", dice Raquel Mosquera, esperanzada y pensando en un futuro mejor.
Le han recomendado reposo absoluto, abandonar fiestas, preocupaciones, vaguedades, cachondeos y saraos. Portarse bien y encerrarse en casa, algo que le costará porque gusta distraerse y ver y dejarse ver con sus amistades.
Deberá tomarlo reflexiblemente, dar marcha atrás, recomponerse, tomar nuevos propósitos, actuar con calma, atenerse a los consejos médicos y no hacer tonterías. De momento, es lo que cabe esperar de ella, un giro completo aunque el tiempo, siempre sabio, nos demostrará cómo acaba todo y si demuestra auténtico propósito de enmienda. Tal le deseamos y que vuelva a ser la que siempre admiramos, seguimos, aplaudimos, criticamos y también, por qué no decirlo, también hasta casi quisimos.
Apuesto por ella. La animo y ojalá logre vender su imponente y horterilla chalé de Galapagar por el que sólo pide medio millón de euros. Mala época eligió para quitárselo de encima. No lo tiene fácil, ya puede encomendarse a San Judas Tadeo.