- Ana Rosa Quintana disfruta de sus días de descanso en Ibiza tras pasar por Sotogrande, su destino vacacional preferido
- La periodista se mostró de lo más cariñosa con su marido, Juan Muñoz, y su perrito, Harry
Ana Rosa Quintana está en un momento de lo más bonito, y es que todo le va fenomenal en el trabajo, y también en su vida personal. Tanto es así, que este año ha decidido regalarse una buenas vacaciones de la mano de su marido, Juan Muñoz. Tras pasar por Sotogrande (Cádiz), donde tiene una casa de vacaciones, la periodista madrileña y el empresario pusieron rumbo a Ibiza, donde han disfrutado del sol, el mar, la buena comida y planes con amigos... pero, sobre todo, han disfrutado el uno del otro.
Ana Rosa ha cerrado la temporada de su programa con los mejores datos de audiencia de los últimos años, y eso le ha hecho marcharse este verano con la conciencia muy tranquila. Al frente se han quedado sus compañeros Joaquín Prat, Patricia Pardo y Ana Terradillos, que están defendiendo el fuerte también con muy buenos datos de audiencia.
La pareja, a la que podemos ver en el nuevo número de Diez Minutos en fotos exclusivas, se regaló carantoñas en estos últimos días de vacaciones que les quedan (ella se reincorporará a la nueva temporada de su programa a primeros de septiembre) en alta mar, a pesar de estar acompañados de algunas amistades. Él lució nuevo cuerpo más atlético tras perder unos kilos, mientras Ana Rosa lució estupenda en un bañador azul marino que potenciaba su figura, envidiable a sus 65 años. El reportaje completo, con todas las fotos de la presentadora y su pareja, ya está disponible en el nuevo número de Diez Minutos que sale este mismo miércoles al quiosco.
Vacaciones agridulces
A pesar de su felicidad y de la tranquilidad de la que disfruta, este verano no ha sido precisamente el más feliz: justo antes de marcharse tuvo que despedir, muy triste, a su compañera Mila Ximénez, que fallecía el pasado mes de junio a causa de un cáncer de pulmón, y un mes más tarde despedía al legendario periodista Tico Medina. Entonces interrumpió sus vacaciones para acudir a su capilla ardiente y darle su último adiós.
