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El caso de Daniel Sancho no deja de generar titulares, y especialmente en una semana que va a ser clave para el chef. La Fiscalía tailandesa tiene hasta este domingo para entregar al juez los informes de la defensa y de la Policía, con los que el magistrado podrá analizar el caso y poner una fecha para iniciar el juicio. Sin embargo, el contrainforme que elevaron los agentes en el que afirmaban categóricamente que "Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta intencionadamente con premeditación y enterró, ocultó, trasladó y destruyó el cadáver" le ha puesto contra las cuerdas, porque para el delito del que se le acusa con premeditación incluida, la condena que le espera es la pena de muerte. Algo que hizo reflexionar mucho a Joaquín Prat en el programa 'Vamos a ver'.
El presentador no suele cortarse a la hora de expresar sus opiniones, pareceres y cuestiones en pleno directo, y este martes dejó a todos mudos al soltar una contundente frase: "Uno no sabe qué es mejor, si visitar a un hijo en la cárcel en Tailandia o en el cementerio". Una reflexión que daba mucho que pensar, y lo cierto es que, visto lo visto, esas dos parecen ser, a día de hoy, las únicas opciones que le quedan a Daniel Sancho, si bien su defensa quiere luchar por rebajar la pena lo máximo posible y, quizás en un futuro, optar por la extradición a España. Tailandia tiene una ley muy severa para este tipo de crímenes, pero hace décadas que no se mata a ningún preso extranjero condenado a pena de muerte, que suelen conseguir la conmutación por cadena perpetua.
La defensa de Daniel Sancho, representado por el Despacho Criminológico Jurídico Balfagón & Chippirrás -aunque sigue sin abogado tailandés, indispensable allí-, ha intentado utilizar -entre otras cosas como un vídeo de carácter sexual que supuestamente Arrieta usaba para coaccionar al joven- la profesión de Daniel para tratar de demostrar que no hubo premeditación, pues el descuartizamiento de Arrieta habría sido demasiado burdo para una persona que sabe perfectamente despiezar. De hecho, presentaron varias pruebas: que "habría comprado el cuchillo y la sierra para utilizarlos como chef, ya que tienen una amplia aplicación en la cocina tailandesa", que "la sierra que compró Daniel 'no es la más idónea para descuartizar un cadáver' y que, si Daniel hubiera comprado este objeto con ese fin, habría comprado 'la sierra propia de carnicero'" y, por último, que las bolsas de basura que compró ni son las mismas que describió en su confesión ni tuvieron por qué ser utilizadas para meter las partes del cadáver, pues en Tailandia se usan mucho "como protector para la lluvia, protector de ropa en cocina o para cubrir enseres personales en salidas al mar, entre otros".
