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La vida le ha dado un giro a Joaquín Torres desde hace 4 meses, y es que, a pesar de que lo tenía todo para ser feliz, el afamado arquitecto sufrió un duro revés por un accidente al ser arrollado por un vehículo mientras conducía su moto por las calles de Madrid. Aquello terminó en una complicada operación de 8 horas que le dejó destrozado, pero la recuperación no estaba ni siquiera cerca: ahora, más de 36 semanas después lleva ya 4 intervenciones, y aunque los médicos son prudentes, Joaquín se ha vuelto a dejar ver en sus redes sociales para compartir su nuevo logro, y que sin duda es una gran noticia.
Desde el hospital, y con la bata de paciente, se ha mostrado muy entero en un vídeo en el que explica cómo está tras su cuarta operación de cadera: "Después de los 4 meses más duros de mi vida, empiezo a ver la luz. Me han operado 4 veces de la cadera y parece que la prótesis funciona", empezaba contando antes de compartir su gran logro: "Estoy bien: me puedo hasta levantar, y casi andar. No me dejan andar, pero casi. De verdad, estoy fenomenal, no me duele. En dos días esto ha mejorado muchísimo", señalaba feliz, justo antes de agradecer los mensajes de cariño y apoyo que está recibiendo a través de las redes sociales. De todo este proceso habló en una entrevista con Diez Minutos el pasado mes de febrero.
Desde luego, cuando Joaquín Torres habla de que ha pasado los 4 meses más duros de su vida, lo dice de verdad: tras su accidente el pasado mes de diciembre, justo antes de las Navidades, pasó un invierno en recuperación y sometiéndose hasta a 3 operaciones de cadera. Posteriormente, empezó a salir a la luz su crisis con su marido, Raúl Prieto, sobre la que incluso tuvo que pronunciarse públicamente: "Yo ahora mismo tengo que sanar y él es incapaz de dar más, no puede... Llega un momento que cuando las cosas no funcionan de una manera adecuada... es el amor de mi vida, pero ahora necesito curarme y todo lo demás es secundario", aseguró el arquitecto a Sonsoles Ónega en 'Y ahora Sonsoles'.
Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue, desde luego, la muerte de su madre el pasado 2 de marzo: "Mi madre se ha ido esta mañana rodeada de amor. Hoy estoy completamente roto anímicamente y físicamente. El vacío que ha dejado en mí es desolador y lo ha arrastrado todo”, señalaba Joaquín en un post en Instagram, que, por entonces, sí que no veía la luz al final del túnel, pues las desgracias se le acumulaban: "Sé que tengo que aprender a no verla, a no tocarla, a no oírla, a no olerla... aunque sé que parte de su energía siempre estará conmigo", añadía.
