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Dice el dicho popular que 'a perro flaco, todo son pulgas', y es algo que ahora mismo aplica al arquitecto Joaquín Torres, que si hace sólo unos días confesaba que había vivido 'los cuatro peores meses de su vida', ahora tiene que sumar una nueva desgracia a la mala suerte que le acompaña desde las pasadas navidades. Era él mismo, a través del programa 'Y ahora Sonsoles', el que confesaba este jueves que le habían detectado un nuevo problema de salud, que se suma a su convalecencia por su cuarta operación de cadera de la que se está recuperando aún ingresado en el hospital.
"Hace dos semanas, Ángel (su médico) me abrió para descartar una infección de huesos, y como sale en los cultivos, hay que estar diez días mínimo. Ángel tenía todos los temores posibles, porque tenía tres índices en los análisis muy elevados que hacían pensar que algo no funcionaba. El jueves pasado, me hicieron una resonancia magnética para descartar un tumor cerebral y yo ya dije: 'Se acabó'", confesó con tristeza en el programa. Una tristeza que también plasmó en la entrevista que ofreció a Diez Minutos el pasado febrero, antes de que su situación fuese incluso a peor. Sin embargo, su nuevo problema de salud, aunque es serio, no es tan grave como lo que él pensaba, porque tiene una sencilla solución.
"Me llamó Raúl, mi marido, preocupado. Me dijo que volviera, que había un problema. Recibo un mensaje de Ángel que dice que hay una infección que tendremos que tratar dos semanas más con antibióticos, y hay que estar ingresado. Es lo que sé, me he quedado un poco en shock", relató, antes de confesar: "Me puse a llorar". "No sé la trascendencia ni la repercusión que va a tener esto, porque no se me podía operar con infección de huesos, y es lo que tengo. Se ha manifestado en las placas que me pusieron hace cuatro meses para reformar la cadera. La operación fue bien, pero los resultados dicen que hay una infección", añadió con clara preocupación.
La mala racha personal y de salud de Joaquín Torres
Las lágrimas de Joaquín son perfectamente comprensibles, y es que lleva varios meses en los que no levanta cabeza. Justo antes de las navidades, a mediados de diciembre, Joaquín sufrió un grave atropello en Madrid mientras iba con su moto. Aquel accidente le dejó muy tocado, y de hecho le acaban de realizar su cuarta operación de cadera. Además, el pasado marzo también falleció su madre, Joaquina, a lo que hay que sumar la grave crisis de pareja que atraviesa con su marido, Raúl Prieto. Él, sin embargo, ha decidido aparcar toda esa pena y ha puesto sus energías en recuperarse: "Yo ahora mismo tengo que sanar y él es incapaz de dar más, no puede... Llega un momento que cuando las cosas no funcionan de una manera adecuada... es el amor de mi vida, pero ahora necesito curarme y todo lo demás es secundario", confesó también en 'Y ahora Sonsoles' al ser preguntado por sus problemas maritales. Ahora, este nuevo problema de salud sólo ha agravado la situación.
