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La cara es el reflejo del alma y el dolor por el que está pasando Cari Lapique se refleja perfectamente en su rostro. En cinco meses, la socialitè ha tenido que decir adiós a tres de los pilares de su vida: su marido, el empresario Carlos Goyanes, falleció en agosto de 2024, a los 79 años, mientras se encontraba de vacaciones en su casa de Marbella; unas semanas después, el 26 de agosto, falleció su hija Caritina Goyanes; y el pasado 10 de enero, la empresaria perdió a su hermano Manuel, al que estaba muy unida. El miércoles 29 de enero, la familia Lapique se reunió en la iglesia de San Agustín de Madrid en un funeral por el alma de Manuel Lapique.
Cari y su hermana Miriam estuvieron arropadas por sus familiares. Desde Antonio Martos, viudo de Caritina Goyanes, que declaró el difícil momento que vive toda la familia -"Un día duro, pero bueno, otro más", dijo- a Carla Goyanes que llegó junto a su marido, Jorge Benguría, y sus hijos.
La misa estuvo oficiada por José María Muñoz de Juana, párroco titular de San Agustín, y concelebrada por el padre Ángel, gran amigo de la familia. La ceremonia contó con un coro de gospel y las emotivas lecturas del hijo de Manuel y los nietos de Cari Lapique.
Tampoco faltaron amigos de la familia, como Nuria González, viuda de Fernando Fernández Tapias; y el periodista deportivo José María García.
A la salida de la iglesia, Cari Lapique sacó fuerzas para hablar por primera vez ante las cámaras desde la muerte de tres de sus seres más queridos en menos de 6 meses. "Pues estamos. Vamos llevándolo", acertó a decir. La empresaria también contestó a cómo le gustaría que recordasen a su hermano Manuel.
"Como lo recuerdo yo, con mucho amor", destacó. En cuanto a si había tenido muy presentes a su marido Carlos Goyanes y su hija Caritina, durante la misa, la empresaria reconocía: "Sí, en estos y en todos". Cari recibió, una vez más, el apoyo de todos sus nietos con los abandonaba la iglesia caminando hasta el coche que le estaba esperando. Al subir, Cari miraba al frente pensativa con el rostro visiblemente serio y triste.


















