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Kiko Rivera e Irene Rosales sorprendían a todos anunciando su separación amistosa hace menos de un mes. Una noticia de lo más inesperada pues eran una de las parejas más sólidas del panorama nacional. Después de haber superado diversas dificultades y tras once años de amor, su matrimonio parecía inquebrantable. Sin embargo, la joven sevillana y el hijo de Isabel Pantoja decidían romper, pero dejando claro que seguirán siendo una familia. Algo que han ido demostrando durante estas últimas semanas, primero con sus primeras fotografías juntos tras anunciar su separación y después con las declaraciones de Irene Rosales en las que confirmaba que tienen una muy buena relación y que espera que así siga siendo.
No obstante, ahora el DJ ha sorprendido a propios y extraños con su último movimiento. Según ha desvelado el periodista Saúl Ortiz en el programa 'Fiesta', Kiko Rivera se ha comprado una casa de medio millón de euros en Sevilla. "Kiko Rivera ha dado un paso al frente y se ha comprado un chalet unifamiliar en Mairena del Aljarafe con parcela y piscina por el que habría pagado en torno a 500.000 euros", anunciaba el periodista en el programa de Emma García.
Se trata de una vivienda unifamiliar en una localidad a tan solo siete kilómetros de distancia de la casa que compartía hasta hace unas semanas con Irene Rosales. Es una zona exclusiva y familiar, donde las viviendas no bajan del medio millón de euros.
"Es hora de matar a todos esos fantasmas que tengo"
Un movimiento que viene a confirmar que su separación de Irene Rosales es definitiva y que el hijo de Isabel Pantoja se encuentra dando grandes pasos para comenzar una nueva vida tras el fin de su matrimonio. Lejos de lo que muchos podrían pensar el hijo de la tonadillera se encuentra centrado en demostrar y dejar claro que ha dejado atrás sus malos hábitos y que se encuentra centrado en su rol como padre.
Coincidiendo con la información de la compra de su nueva vivienda, Kiko Rivera compartía una frase de lo más reveladora en sus redes sociales poco antes de su vuelta al trabajo. "Es hora de matar a todos esos fantasmas que tengo". Sin duda, unas palabras muy rotundas que reflejan el momento vital en el que se encuentra.
Al anunciar su ruptura con Irene, Kiko aseguró que no a sacar rendimiento económico de su separación. Ha cambiado y ahora lo primero es la familia, en concreto sus tres hijos. "Quiero dejar claro algo desde el principio: no voy a sacar partido económico de esta situación, ni voy a acudir a televisión para hablar de mi vida privada. Me ha costado mucho llegar a esta paz mental, y por eso hoy escribiré estas palabras… y después comenzaré a adaptarme a mi nueva vida", explicó en su momento.
