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Antonio Tejado no ve el momento de que se celebre el juicio en el que está acusado de haber sido parte implicada, presuntamente, en el violento robo que su tía, María del Monte, sufrió en agosto de 2023 en su casa de Sevilla. Con ganas de demostrar su inocencia, Antonio sigue cumpliendo a rajatabla las medidas cautelares que le impuso el juez en mayo de 2024, cuando pudo salir de prisión preventiva tras más de 3 meses privado de libertad, y este lunes, puntual a primera hora de la mañana, Antonio ha acudido a firmar a los Juzgados de Instrucción de Sevilla. Una cita a la que debe ir sin falta los días 7 y 21 de cada mes, pero como el día 21 fue domingo, ha cumplido con sus deberes este día 22. Siempre en silencio y con la mirada fija en el horizonte cada vez que la Prensa le pregunta algo, esta vez su paso por los Juzgados ha sido especialmente llamativo por su inesperado cambio físico.
Vestido con ropa deportiva -una camiseta de manga corta, unos pantalones cortos y unas zapatillas de deporte-, Antonio ha llegado tan impasible como siempre, pero luciendo, sin duda, sus avances en el gimnasio. Hay que recordar que, tras su paso por prisión, salió de allí visiblemente más delgado, y aunque con el paso de los meses cogió algo de peso, ahora parece que su vida vuelve a cierta normalidad, y se ha puesto en serio con los entrenamientos, pues su escueta ropa dejaba ver no sólo que ha perdido peso, sino que está más 'fit'.
Parece, así, que el varapalo recibido de parte de su tía y sus abogados -tras conocerse hace sólo unos días que le pedían 28 años de cárcel, aunque se sabe que le cayó como un jarro de agua fría- no ha conseguido minarle (del todo) su moral.
La evolución física de Antonio Tejado tras su paso por la cárcel
Antes del atraco que cambiaría su vida, Antonio tenía una vida sencilla y cómoda en Sevilla, pero su detención y su paso por prisión le hicieron replantearse muchas cosas. Allí se dio a varios hobbies, como ir a misa o la marquetería, aunque el que más ocupó su tiempo fue el gimnasio, una afición a la que cogió el gusto y que ahora, en libertad provisional, sigue formando parte de su vida.
