Los embarazos no son fáciles, aunque María Pombo haga que parezca lo contrario. La empresaria e influencer está esperando su tercer bebé junto a su marido. Tras la gran noticia, la familia no ha dudado en disfrutar de un buen verano en Cantabria, donde María ya presumió de tripita con un bonito bikini blanco. Sin embargo, aunque para la creadora de contenido la maternidad es siempre un regalo, no se ha librado de algunos sustos con la hija que espera. En su primera ecografía en julio, se llevaba las manos a la cabeza con asombro por una broma que le hizo su chico, Pablo Castellano, en plena consulta.

Más allá del proceso por el que se convertirán en familia numerosa, María Pombo también se ha visto envuelta recientemente en una polémica por sus declaraciones sobre la 'no lectura'. "Hay que empezar a aceptar que hay gente a la que no le gusta leer", dijo. "No por eso sois mejores los que sí disfrutáis leyendo". En medio de un aluvión de críticas tras defender que no hay problema en no leer, son varios famosos que han decidido contestar, desde Brays Efe hasta Lucía Etxebarria. Sin embargo, las respuestas tampoco han parado a la influencer, que no dudó en organizarse una escapada en pareja a Miami.

María Pombo desvela el motivo por el que dejó a su marido, Pablo Castellano, en el aeropuerto

Después del rumor de una crisis matrimonial que surgió el año pasado, parece que marido y mujer disfrutaron como nunca de Estados Unidos, e incluso la influencer dejó caer una posible mudanza a esa ciudad que tanto le gusta: "¿Quién sabe? Siempre he dicho que si me voy a vivir a Miami ahora es el momento, que tengo niños pequeños y nos encanta". Sin embargo, aunque en sus redes sociales pudimos ver que marido y mujer pasaron unos buenos días en Estados Unidos, en su regreso a España se han encontrado con una situación que no esperaban.

maria pombo en un photocall con un vestido plateado con brillos
Gtres​

Después de un cansado viaje de vuelta, del que María Pombo se quejó por llevar "muchas horas de retraso", se encontraron con una huelga de maletas en el aeropuerto de Madrid, razón por la que dejó a su chico esperando solo por su equipaje. "Encima huelga de maletas, o sea que me voy a casa corriendo. Y me están esperando los niños, y encima estoy con unas náuseas... Dejo al pobre Pablo ahí, esperando". "Estoy ya deseando llegar a casa", añadía bastante cansada la empresaria.