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Poco antes de las 10:30 de la mañana, Belén Esteban y el que fuera su representante, Toño Sanchís, se han visto las caras en el Juzgado Provincial de Madrid, para resolver un litigió que comenzó hace casi una década. Fue en diciembre de 2015 cuando la de Paracuellos rompió su relación laboral con el que era su representante y mano derecha tras encontrar una serie de irregularidades en sus cuentas. Concretamente tras recibir una reclamación que Hacienda en la que el fisco le comunicaba que debía unos 600.000 euros por varias irregularidades, como no haber satisfecho el IRPF entre 2006 a 2008. Tras esta notificación, la colaboradora televisiva quiso pagar y fue entonces cuando descubrió el supuesto engaño de Toño, ya que no tenía dinero suficuente en su cuenta bancaria para afrontar el pago. Tras averiguar las irregularidades por parte del que creía su hombre de confianza, denunció a Toño y, por fin, este 13 de octubre se ha celebrado el juicio.
La Fiscalía solicita para Sanchís tres años y medio de prisión y una indemnización de 388.000 euros a favor de Bem Imaging S.L., la sociedad administrada por Esteban Esteban. Según el escrito de acusación, Toño Sanchís habría manipulado los cobros y facturas de su clienta entre 2009 y 2015, aplicando comisiones superiores al 20 % pactado en contrato y obteniendo así más de 350.000 euros de forma ilícita, además del IVA correspondiente. El Ministerio Público también le exige la devolución de todo el dinero que la de Paracuellos no ha recuperado hasta hoy en estos seis años.
Belén llegaba a los juzgados junto a su abogado y de la mano de su marido, Miguel Marcos, que se ha convertido en su gran apoyo durante este duro proceso. Lo hacía con gesto serio, nervioso y saludando a los reporteros con un tímido "buenos días". A diferencia de Toño Sanchís que, aunque llevaba gafas de sol, mostró la mejor de sus sonrisas. Ni media hora después de llegar a los juzgados, ambos salían por separado con la misma actitud.
Se ha hecho un receso y Belén ha declinado hacer declaraciones hasta que finalice el juicio. Sin embargo, sí ha manifestado que se encuentra "bien" y se muestra esperanzada: "Ya ha llegado por lo menos".
Toño Sanchís se ha sentando en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por "un delito continuado de apropiación indebida". Fue en 2009, cuando Belén Esteban comenzó a trabajar con el representante, que en su cartera de representados tuvo a nombres conococidos como Terelu Campos, Boris Izaguirre, Kiko Matamoros, Rosa Benito. Por aquel entonces, el representante gestionaba al 50% junto a una socia la entidad Agencia de Servicios Lorant, con la que la figura televisiva firmó un contrato de exclusividad entre 2009 y 2015. A través de esta empresa gestionaba el trabajo de Belén Esteban, recibía los ingresos de sus trabajos y los tranfería a la sociedad Producciones Bem S.L., de la que es titular Belén Esteban, algo que hacía tras descontar la comisión del 20% acordada para Sanchís, pero tras investigar el caso, la fiscalía considera que la comisión que se quedaba el presentante era mucho mayor.
Desde que comenzó el litigio, Toño Sanchís ha mantenido el mismo criterio, sosteniendo que fue la propia Belén Esteban quien le dijo que se quedase con el 30% de los ingresos, al considerarlo "más que un representante". En ocubre de 2024, el representante contó en el pódcast 'Sr. Wolf', presentado por Juan Ramón Lucas, que su "error fue no haberlo plasmado en un contrato".
Toño se negó a pagar el dinero que le reclamaba Belén, motivo por el que la de Paracuellos interpuso una demanda contra la Agencia de Servicios Lorant, S.L., reclamando la entrega de esa cantidad. La demanda fue estimada en su integridad por sentencia de un juzgado de Torrejón de Ardoz y confirmada por la Audiencia Provincial de Madrid y Toño fue condenado a pargar 388.868 euros a la demandante. Lejos de hacerlo, Belén Esteba solo consiguió recuperar 49.318 euros en efectivo y otros 375.000 euros por la adjudicación de una vivienda de Villanueva del Pardillo que, tal y como detalla la Fiscalía en su escrito, "estaba gravada con una hipoteca pendiente de pago de más de 200.000 euros".
El juicio se alargará durante las próximas semanas, que será cuando el juez dicte sentencia.
