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Óscar Casas y Ana Mena están cada día más enamorados y prueba de ello es el cariñoso abrazo y el beso que el actor dio a su novia cuando acabó la gala Billboard Starlite de Madrid, un evento que ha supuesto el regreso de la cantante a los escenarios tras tomarse un tiempo de descanso tras el final de su gira 'Bellodrama', en diciembre de 2024. La artista confesaba que lo hacía para recargar energías y centrarse en su nuevo disco, del que ya conocemos su primer single. Artistas como Pablo Alborán, Melendi y Nil Moliner subieron al escenario en el que la cantante malagueña hizo una excepción y volvió a actuar para presentar en directo su último single, una balada titulada 'Lárgate'. A una cita tan especial no podía faltar su pareja, Óscar Casas, que se ha convertido en su fan número 1.
"Es muy lindo, es ideal, de verdad, es maravilloso él", dijo Ana Mena en un evento el pasado julio. Unos meses antes, él también hablaba así de la cantante: "Ella es increíble, es espectacular". La pareja se conoció en 2024 durante el rodaje de la película 'Ídolos' y desde entonces no se han separado. Ana ya es una más en la familia Casas. Este verano ella y Melyssa Pinto -pareja de Mario Casas- pasaron unos días en El Salvador con todos los hermanos Casas.
Óscar Casas, el gran apoyo de Ana Mena
A su llegada al evento, Óscar charló con la prensa y confesó que apoyaba a Ana en todo. La película que les unió profesional y sentimentalmente se estrenará el próximo 23 de enero y ellos ya han podido verla. "La verdad que es una pasada, sí. Estamos muy contentos. Hemos salido del cine sin palabras. Es una locura y la gente va a flipar. Es un peliculón", comentó el actor.
En la ficción, Casas interpreta a Edu, un joven piloto de motos al que le ofrecen una oportunidad en Moto2 con la condición de que sea su padre, Antonio Belardi, quien le entrene. Edu lleva muchos años sin ver a su padre, un expiloto que se retiró de las pistas tras provocar la muerte de otro piloto durante una carrera. Edu someterá al estricto control de preparación que le exige Antonio, que incluye dejar a un lado el amor, hasta que conoce a Luna (Ana Mena), una joven artista que acaba de abrir un salón de tatuajes justo debajo de su casa.
