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La vida de María del Monte sufrió un punto y aparte el pasado verano, cuando una banda de atracadores entró en su casa de Sevilla para robarle varias pertenencias -como joyas y relojes, valoradas en alrededor de un millón de euros- y unos 14.000 euros en efectivo. La cantante y su mujer, Inmaculada Casal, interpusieron la debida denuncia... y cual fue su sorpresa cuando, en mitad de las investigaciones, resultó detenido el sobrino de la folklórica, Antonio Tejado, acusado de ser el presunto autor intelectual del plan del robo. Desde el pasado 12 de febrero, Antonio está en prisión preventiva sin fianza, y aunque el tema resultó ser un gran varapalo para María, parece que intenta recuperar la normalidad y la sonrisa con su vuelta a los escenarios, justo después de su reaparición en la vida pública en la ceremonia de entrega de las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
La artista tenía ya firmado un contrato para actuar en las Fiestas Mayores de Cullera (Valencia) este martes 9 de abril, y a pesar de estar inmersa en este duro proceso judicial, María no ha querido cancelarlo. De hecho, podría haberle venido hasta bien centrarse en el trabajo, y se subió al escenario para darlo todo y poner a sus fans en pie. Unas fiestas en las que, además, ha compartido cartel con otros famosos como las Azúcar Moreno, Abraham Mateo o Nyno Vargas.
El público que asistió a los Jardines del Mercado fue testigo del derroche de poderío de María del Monte, que volvió a ponerse su vestido de flamenca, su peineta y sus flores en el pelo para, con sus grandes éxitos, olvidarse, por un rato, de los problemas judiciales que la enfrentan a su sobrino, especialmente ahora que la batalla se ha recrudecido al oponerse a la petición de que Antonio salga de la prisión preventiva. María, además, se emocionó mucho al reencontrarse con su público, e incluso en alguna ocasión se le cortó la voz mientras hablaba con los asistentes, con las emociones a flor de piel: "No voy a llorar porque me he propuesto no llorar", llegó a decir.
La posición de María del Monte es bastante complicada en el juicio, y es que enfrentarse a su sobrino, al que siempre ha querido como al hijo que nunca tuvo, no es plato de buen gusto para ella. Desde el principio siempre defendió la presunción de inocencia de Antonio e hizo gala de su confianza en la Justicia. El ex colaborador de televisión, además, no se lo puso nada fácil, y es que, tras desmoronarse por la tensión que está viviendo, se exculpó ante el juez: "No entiendo por qué estoy en la cárcel. Yo no tengo nada que ver con esto. Soy inocente, no pertenezco a ninguna banda ni organización criminal. No he cometido ningún delito, nunca he hablado de la casa de mi tía con nadie, ni de lo que tiene o deja de tener".
Aún así, los abogados de María se opusieron a la petición de libertad que formuló Fernando Velo -abogado de Antonio- ante el juez, algo que tampoco respaldó la Fiscalía, por lo que se propuso una elevada fianza de 100.000 euros por si el juez decidía dejarle en libertad. El magistrado del Juzgado de Instrucción nº16 de Sevilla, sin embargo, declinó esta petición y mantiene, por el momento, al acusado en prisión preventiva.
