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¿Está atravesando mi madre una crisis existencial? He vuelto este fin de semana a casa para verla y celebrar juntos nuestros cumpleaños. Habitualmente prepara paella, compra vino y nos hacemos regalos, pero en esta ocasión, hubo algo que me extrañó enormemente nada más entrar en la cocina. De repente me di de frente con… ¿Cambios?
Mi madre, que lo que único que tiene de moderna es la vacuna contra el COVID, ha estado merodeando por el catálogo de Ikea y nos ha dejado una cocina que es la envidia de cualquiera de los concursantes de ‘Masterchef Celebrity’. En realidad, todo parecía idéntico y, sin embargo, nada era igual. Había cambiado con un buen puñado de novedades por menos de cinco euros cada una de ellas y, curiosamente, lo había hecho a mejor.
Una cocina renovada por apenas 20 euros
Para empezar, había dispuesto unos trapos al más puro estilo Agatha Ruiz de la Prada, pero más allá de sus estampados divinos, me resultaron muy prácticos. Durante los días que pasé en casa me resultaron útiles desde para secar los platos hasta para limpiar los cristales, pasando por deshacerse de las manchas y salpicaduras de la cocina hábilmente. Al estar hechos de algodón, son suaves y cómodos de usar.
Eso sí, de entre todos, lo más versátil y lo que más me llamó la atención fue la manopla. Fabricado en silicona, protege las manos del calor y permite una sujeción segura. Lo mejor es que, además de agarradera, este fin de semana nos sirvió como salvamanteles cuando servimos la paella.
Y ya se sabe lo que ocurre cuando comes arroz: puedes terminar como un personaje de Los Simpson. Por eso, mi madre había provisto la casa de estas servilletas.
Además del diseño divertido (¡que también es un plus!), limpian todo lo que se derrama gracias a su amplísima capacidad de absorción. Las usa tanto a diario como en una ocasión especial porque la verdad es que nunca desentonan.
Sobre la mesa, unos cuencos de bonita superficie vidriada. Su estilo tradicional y su diseño clásico y depurado resultan perfectos para decorar la mesa. Este estilo atemporal te puede salvar el aperitivo informal con amigos y la más elegante de las cenas.
El gres está acabado con un vidriado reactivo que proporciona a cada pieza un aspecto único y artesanal.
Para trasladar la comida de un lado a otro, se sirvió de una bandeja de lo más original. Estampada con hojas naranjas, transmitía una sensación de calidez muy acorde con esta época.
La forma de los bordes permite sujetar y llevar la bandeja con seguridad y comodidad.
Así que no sé si mi madre está atravesando una crisis existencial, pero si de ella se va a servir para remodelar la casa entera con esta serie de mejoras, yo no voy a ser quien le ponga freno. Todos estos nuevos elementos de Ikea con los que se ha adaptado al otoño son inmejorables y ni siquiera mi padre le va a poder poner una sola queja.
