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Cuando mi abuelo pasó por Talavera de la Reina de vuelta de la mili, decidió llevarse una vajilla como regalo de bodas. No podía imaginar entonces que, sesenta años después, la UNESCO reconocería aquella cerámica como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Sus colores vívidos, sus motivos naturalistas y su calidad inigualable hicieron que su elección no solo iluminara el día del enlace con mi abuela, sino que al fin y al cabo, sea una pieza de historia dentro de las casas españolas.
Con el paso del tiempo, ha habido bajas dentro de aquel batallón de fuentes, platos y tazas. El uso diario no debilita en absoluto el brillo de su loza, pero se nos han ido cayendo, rompiendo y ha llegado un momento en el que solo nos quedan algunos platos hondos. Ahora que se acerca la Navidad y las vajillas clásicas vuelven a estar en boga, he estado indagando en la forma de devolverle a mi madre esa vajilla completada. Ahora dice que es el mejor regalo de su vida.
Una vajilla puede ser un regalo ideal
Después de mucho indagar en distintas marcas de decoración, incluso en la últimas recomendaciones de Alba Carrillo, he descubierto en Maisons du Monde una colección exactamente igual a la que mi abuelo trajo de Talavera. Pese a los años que han pasado, prima su elegancia y mantiene ese icónico diseño del floral azul sobre fondo blanco. Se nota que cada pieza está decorada de forma única evocando por completo la tradición clásica de la cerámica.
Lo curioso es que, nada más llegar a casa, concluí que arrastraba consigo un aire fresco y moderno. Yo creo que se debe a esa estética limpia y equilibrada que nunca pasa de moda gracias a la cual el conjunto encaja fácilmente tanto en mesas cotidianas como en ocasiones especiales. El trazo fino y uniforme del estampado asegura en cualquier situación una mesa armoniosa.
El éxito de la cerámica de Talavera reside en haberse fabricado en alta calidad. Esa fórmula que une resistencia y durabilidad para un uso continuado ha sido la que me ha llevado a comprarla por piezas en Maisons du Monde. Con el plato llano y el de presentación enmarcas tus recetas en un aspecto sofisticado que, sin embargo, no resulta recargado.
La taza con su plato de postre completa el conjunto con la misma sutileza floral, ideal para acompañar cafés, infusiones o dulces al finalizar la comida. Sus proporciones cómodas, su acabado suave al tacto y su coherencia estética hacen que cada comida en familia resulte agradable y cuidada al detalle estas Navidades.
Ahora entiendo la elección de mi abuelo. Completada de nuevo la vajilla gracias a Maisons du Monde, me doy cuenta de que no solo aporta belleza, sino también versatilidad. Su diseño combina perfectamente con mantelería neutra o estampada, renueva nuestro menaje con un estilo clásico reinterpretado y reúne tradición, calidad y un gusto exquisito en un solo conjunto de piezas..
Juan Sáez es experto en cultura pop, crónica social y estilo de vida. Escribe acerca de fenómenos sociales y culturales bajo una mirada crítica y comprometida. Lo que Carrie Bradshaw habría sido si, en lugar de subirse a unos Manolos, se hubiera comido una caja de seis.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Carlos III, analiza tendencias, historias y noticias desde el humor para que el lector ría y reflexione en una sola pieza. Ha colaborado en programas de televisión y crea contenido para redes, donde aporta análisis frescos e irónicos con un sello muy personal.
