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Cada mañana mi casa amanece más o menos igual. Mi madre se levanta primero, pone la cafetera y luego me despierta cuidadosamente. Después desayunamos juntas y ella se va a prepararse al baño, con la misma tranquilidad de siempre. Nunca olvida cuidar su piel antes de irse a trabajar.
Lo hace como parte de su ritual mañanero, que le hace salir con un rostro espléndido y buena energía para afrontar todo el día. Hay épocas en las que prueba diferentes productos, para ver si alguno le funciona mejor que otro. Pero hay uno que nunca cambia, nunca falta. De hecho, nunca ha faltado porque no lo ha dejado de usar desde que era una adolescente.
La crema que usa mi madre desde que era joven
Se trata de esta crema hidratante de Nivea, la mítica Nivea Soft. Su calidad no ha cambiado nada desde que mi madre la usaba en los 80 de joven, porque como ella dice siempre: “¿Para qué cambiar algo cuando ya funciona?” Y vaya si funciona…
Mi madre dice que lo único que ha cambiado es su formulación, pero a mejor; porque ahora tiene un 95% de ingredientes de origen natural. Ella se fija mucho en estas cosas, porque dice que los productos que llevan muchos químicos enseguida le irritan la piel. Pero esta crema, que tiene vitamina E y aceite de jojoba natural, nutre su piel intensamente y se la deja suave y tersa. Dice que ahora es súper necesaria para ella para mejorar la firmeza de su rostro, porque así recupera la elasticidad de la piel. Y seguro que es por eso por lo que sigue siendo su favorita después de tanto tiempo.
A mi madre también le encanta la textura ligera de la crema. No le gustan nada los potingues -como los llama ella- que le dejan la piel grasa, porque empeora las rojeces que algunas veces le salen. Por eso, solo se fía de su incondicional amiga Nivea. Lo bueno de su textura es que se absorbe en apenas un minuto. Así, hidrata y refresca la piel en un abrir y cerrar de ojos.
Hay veces que se le agrieta mucho la piel con el frío. Cuando le pasa, enseguida coge la crema para echársela por las zonas que se le resecan, sobre todos los codos y los nudillos. Y que quieres que te diga, le funciona siempre. De hecho, tengo que reconocer que yo también se la cojo ahora en otoño para hidratar mi piel después de todo el día fuera.
Mi madre no es de las que se dejan llevar por impulsos y por las últimas tendencias. Ella confía en lo que conoce y le funciona. Por eso, sigue usando esta crema simple y efectiva desde que era una joven con la piel perfecta. Y ahora que tiene 57 y una piel madura y con imperfecciones, le gusta aún más.
María Cob Jiménez está especializada en moda, ocio y cultura. Escribe sobre las últimas tendencias, cine, series y libros con una mirada que va más allá de la superficie. Ha estudiado el doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid y, es justo por esta formación por la que entiende que cada pieza de moda, película o página no es concebida en vacío, sino que es una forma de entender diferentes identidades y expresiones, además de una oportunidad de evolucionar y conectar con lo que nos mueve.
Como entusiasta del periodismo, María siente la comunicación como algo vivo y en constante cambio. Sus ganas de aprender la han empujado a especializarse en diferentes facetas de su titulación, destacando el curso del Instituto RTVE de Creación de Contenidos de Marca.

