El crimen de Fray Guillermo, ‘Acacias 38’

Telmo le cuenta a Fray Guillermo que Espineira ha amenazado con hacer daño a Lucía, por lo que el religioso sale de viaje para entrevistarse enseguida con él. En el convento, el prior le revela algunos aspectos del párroco de Acacias que desconocía.

A su vuelta al barrio, el religioso le pide explicaciones. “¿Cómo no me has dicho asuntos tan importantes de tu pasado, Telmo? Quiero que me cuentes toda la verdad”, le dice con enfado.

El cura le confiesa entonces toda la verdad sobre Samuel Alday, con quien Lucía está dispuesta a casarse, incluida la muerte del cochero. “Es un asesino”, sentencia con seguridad. Su mentor le aconseja que aclare de una vez sus sentimientos y, si corresponde, que deje los hábitos.

Tras pensárselo mucho y para sorpresa de Úrsula, Telmo decide hacer un viaje.

A su regreso, descubre horrorizado el cadáver del religioso, a quien han asesinado clavándole un cuchillo en el pecho.

Destrozado con la pérdida, no le cuenta a Méndez, el encargado del caso, las amenazas que Espineira le hacía a Fray Guillermo. “Tendré que interrogar a todos los vecinos para dar con el culpable”, asegura el investigador.

Después de varias entrevistas, llega a la conclusión de que Agustina sabe algo, pero la criada lo evita todo el tiempo.

Incapaz de seguir soportando que Alday engañe a su amada, Telmo trata de abrirle los ojos respecto a su futuro marido. Tras darle el pésame por su superior, la joven empieza a dudar tras sus sentidas palabras, pero no establece ninguna intimidad con él, como realmente desea, ya que Samuel la vigila muy de cerca. “No puede enterarse de que la drogué a ella y al cura en la ermita”, reflexiona el joyero con mucho temor.

Sin embargo, al final acaban poniendo fecha para su boda y delante de Jimeno Batán se jacta de que será uno de los hombres más ricos del país tras su esperado matrimonio.

Gracias a los buenos resultados de su púgil, los empresarios proponen a Íñigo pelear contra un boxeador francés que está de gira por España. Debido a su estupendo carácter, Tito se gana las simpatías del barrio, pero también pierde la concentración con facilidad, algo que inquieta a Liberto.

Y no se equivoca, ya que momentos antes del combate, desaparece. Como consecuencia, la organización de boxeo le pone una fuerte multa a Íñigo, pero más tarde descubre que simplemente se había despistado. Muy contrariado, paga la hazaña del púgil con los demás y Cesáreo le dice que rompa su trato con él.

Los Palacios dan la bienvenida oficial a la familia a Lolita. Mientras Antoñito no puede esperar más y quiere salir de viaje de novios cuanto antes, Víctor y María Luisa disfrutan de unos días con sus parientes, pero tienen que regresar a París.

Celia y Trini van de compras, muy felices con sus embarazos, pero la primera sufre un desmayo y la llevan al hospital. Allí salva la vida, pero pierde el bebé que esperaba.

Casilda anima a su primo Jacinto para que vuelva al pueblo, ya que se encuentra en medio de su relación con Marcelina y no le gusta nada.

Por su lado, Susana recibe un telegrama preocupante: su nieto está enfermo. Y Servando se queda hundido al descubrir que Paciencia ha muerto en Cuba.