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Entre otras de las cosas que van a suceder esta semana en Amar es para siempre, hoy Penélope trata de convencer a Ismael de que se ponga en contacto con Diego. A pesar de que cree que no va a servir de mucho, el encargado del King´s le escribe una emotiva carta. Mientras tanto, la relación entre Medina y Sonia se enrarece cada día más debido a esa nueva actitud que ambos practican y que dista mucho de lo que son ellos en realidad.
Benigna y Visi se plantean seriamente vender Benivisión para poder vivir de forma más tranquila. Tras mucho pensarlo, están decididos a traspasar su local y se propone despedirse del videoclub a lo grande. Paralelamente, Marcelino descubre que Leonor necesita dinero y todos los Gómez se ponen en marcha para ayudarla. Incluso, Catalina, quien se ofrece a trabajar.
Sebas valora dejar de vender su aceite
La joven, como buena Gómez-Sanabria, Catalina consigue trabajo en el King´s. Por su parte, Cristina está ansiosa por recibir el alta médica y recuperar su vida, incluso su relación con Tony, ajena a la realidad del piloto. La abogada finalmente sale de hospital y Penélope se presta a alojarla en su casa y ser garante de su salud.
Raúl valora aceptar el regalo de Uriarte, pero Coral cree que es una manzana envenenada. El pérfido empresario sigue intentando ganarse a su hijo, sirviéndose de su nueva para conseguirlo. No obstante, la dependienta sabe lo que el nuevo presidente de Garlo trama y no le va a poner las cosas fáciles.
Por otro lado, Sonia acepta comprar un ordenador para incorporarlo al día a día de la agencia, pero Medina vuelve a meter la pata provocando la enésima discusión entre ellos. Entretanto, el origen del aceite hace que Sebas deba plantearse abandonar su venta antes de que pueda tener problemas.
