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Esta semana en 'La Moderna', los empleados de La Moderna compartiero el dolor de Don Fermín. Sus ojos, nublados por la tristeza, reflejaron el peso de la pérdida tras el velatorio de Doña Lázara. La melancolía flotaba en el aire como un velo invisible. Pero mientras el luto envolvió el salón de té, Emiliano recibió una noticia inesperada: el capitán Dávila le informó de que Lázara dejó una carta adherida a su cuerpo. El descubrimiento lo sacudió. Sin perder un instante, reunió a sus secuaces, dispuesto a ajustar cuentas y desatar su ira.
Silencio, se rodaba en 'La Moderna'
Las mentiras de Emiliano no tardaron en dar fruto. Poco después, el capitán Dávila irrumpió en La Moderna y, ante la mirada atónita de todos, detuvo a Don Fermín, acusándolo del asesinato de Lázara. Los camareros, sobrecogidos por la injusticia, reprimieron la desesperación y volcaron su energía en el trabajo, decididos a mantener en pie el salón de té mientras su patrón esperaba tras los barrotes. Entretanto, el capitán Dávila continuó con su investigación. Informó a Cañete y Teresa de que reconstruirían las agresiones de Quico en la galería. "Debemos conocer cada detalle de lo que hizo", sentenció con voz firme.
Al otro lado de la ciudad, un escenario completamente distinto tomó forma. Con Ballesteros fuera de juego, las Valbuena y Agustín trabajaron sin descanso para organizar el rodaje de la escena del mercadillo. Todo debía salir perfecto. Justo cuando las cámaras estaban listas, Celia regresó a Madrid y se encontró de lleno con el inicio de las grabaciones.
La tragedia se cernió sobre 'La Moderna'
Mientras tanto, en la casa de Emiliano, la tragedia se cernió sobre Maruja. Su esposo, temeroso de perder el control sobre ella, le prohibió salir. Pero cuando Maruja se resistió, Emiliano tomó una decisión cruel: la mantuvo sedada para evitarse problemas. Rodrigo y Paula, al enterarse, sintieron una creciente inquietud que les oprimía el pecho. Sin embargo, Emiliano, con la frialdad de quien se cree dueño del destino ajeno, les aseguró que lo hacía por su bien. Por su parte, Iván le prometió a Mercedes que nada lo haría cambiar de opinión sobre su deseo de vivir juntos. Sin embargo, una sombra de preocupación empañó su determinación: su padre había solicitado un reconocimiento médico para Maruja, y la incertidumbre creció.
Pilar Martínez es periodista especializada en contenidos de televisión y cultura, se graduó en la carrera en Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid) en el año 2018. Desde entonces ha pasado por las redacciones de Ecoteuve (El Economista), donde realizó sus primeras prácticas durante el verano del 2016.
Posteriormente, concretamente, en el año 2017 se pasó al grupo Hearst España, donde comenzó su andadura en las revistas de televisión: Supertele, Teleprograma, Telenovela. Ahora colabora con Diez Minutos, en su versión web, donde se encarga de realizar los avances semanales de las ficciones diarias de moda, así como entrevistas y artículos sobre los melodramas o telenovelas que aterrizan en nuestro país y aquellos que están por venir.
Toda una cazadora de exclusivas. A esto, se suma su puesto como redactora jefe de la sección de novela narrativa en la revista Culturamas, medio digital de alto impacto al que lleva unida desde el año 2013. Ávida lectora, cinéfila y seriéfila de primer nivel, ha hecho de su vocación su oficio.
