Benjamín Rojas, el recordado Pablo de ‘Rebelde Way’: “Tengo ganas de ser padre”
A sus 30 años, este actor argentino se ha alejado de los galanes juveniles que le dieron la fama, prepara su primer disco y desea formar una familia.
De la mano de la productora Cris Morena y gracias a sus interpretaciones en Chiquititas y, sobre todo, en Rebelde way, Benjamín Rojas se convirtió en el ídolo de miles de adolescentes en América y Europa.
“Mis comienzos fueron hermosos y no reniego de la etapa de galán, pero en la vida hay que evolucionar y cerrar ciclos. Variar los trabajos y los ámbitos donde te desarrollas te hace adquirir experiencia y eso te da seguridad”.
Por eso, ahora selecciona a conciencia los trabajos: “Me fijo en si tienen una buena historia o si hay amigos en el reparto”. Precisamente esto fue lo que lo motivó a incorporarse a la obra El otro lado de la cama, que representa desde este mes en el teatro Apolo de Buenos Aires.
“Cuando me llamó Nicolás Vázquez para sumarme a la obra me entusiasmó trabajar con un amigo. Él y Gimena Accardi manejan muy bien el humor. Después, leí el guión y me pareció excelente, con el plus de que nos dirige el gran Manuel González Gil”.
Nacido en La Plata en 1985, Benjamín comenzó en el mundo de la actuación por casualidad y pronto se dio cuenta que había nacido para esto: “Tenía 10 u 11 años cuando me llevaron a un anuncio y de ahí, surgió la oportunidad de participar en telenovelas. Fue un amor a primera vista, tenía talento y supe que el resto de mi vida me iba a dedicar a esto”.
A diferencia de otros compañeros de profesión, el éxito a una edad tan temprana no lo endiosó y sus padres tuvieron gran parte de responsabilidad: “Me enseñaron a darle valor al dinero y que las cosas se consiguen con mucho esfuerzo y humildad. Esta profesión es muy inestable, unas veces estás muy arriba y otras abajo”.
La música es otra de las pasiones de Benjamín y tras formar parte de Erreway, del grupo de rock Roco, junto a Felipe Colombo y Willie Lorenzo, y participar en la tercera edición de Tu cara me suena, ha decidido probar suerte como solista: “Era algo que siempre quise hacer, pero nunca me había atrevido a dar el paso. No siento miedo, pero sí nervios” .
La carta de presentación del álbum, que verá la luz a mediados de este año, está compuesta por él mismo y se llama Mágica Saigón: “Mostrar una obra tuya es algo muy íntimo. Me suelo inspirar en vivencias propias o de mi entorno”.
A día de hoy se muestra satisfecho con su carrera: “Si tuviese que empezar de nuevo haría exactamente lo mismo. Sin duda gané más de lo que perdí”.
Además, afirma que la clave para no desalentarse en esta etapa difícil para el mundo del arte es buscar nuevos retos: “Yo trato de tomar clases.
“Uno siempre tiene que estar en actividad, y si te gusta la profesión hay un montón de lugares fuera de la televisión donde puedes practicarla, pese a que la gente imagina que si no apareces en una canal importante no estás actuando y realmente no es así”, añade.
En el terreno personal la suerte también le sonríe ya que desde hace cuatro años tiene una relación con Martina Sánchez: “La conocí en Telefe mientras grababa Cuando me sonreís. Ella se adapta a todo y soporta mis inquietudes, soy de moverme mucho y no parar un minuto”. “Estamos conviviendo y nos va excelente. Para planear un casamiento hay que organizarse, tener tiempo y mucho dinero”. En cambio, sí le atrae la paternidad: “De aquí a los 35 me gustaría tener un hijo”.
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