¿Qué hacer con un restaurante en el que la comida está buena y la cocina limpia pero que no tiene clientes? Este es el debate que se crea en El legado de Andrés cuando sus dueños y empleados se preguntan qué es lo que falla en el restaurante para que cada vez esté yendo a peor. La respuesta no será fácil de escuchar, pero Alberto Chicote la tiene clara: falta de liderazgo.

Esta semana, Pesadilla en la cocina viaja a la localidad extremeña de Navalmoral de la Mata. Más concretamente a su principal polígono industrial, en el que se encuentra El legado de Andrés, un restaurante de menús para los trabajadores de la zona.

Un cúmulo de problemas

En El legado, Andrés es el gerente y cocinero. Ana, su mujer, es la jefa de sala. El resto de la plantilla lo componen 2 ayudantes de cocina y varios camareros. Los dueños creen que algunos empleados no son muy profesionales y se preguntan dónde puede estar el problema para que cada vez haya menos clientes en el restaurante. La llamada de auxilio a Chicote es la última oportunidad para salvar este restaurante cuyo único legado hasta ahora ha sido muchas pérdidas y diarios dolores de cabeza.

Pesadilla en la cocina