Osada y valiente es la apuesta de la pública por Prodigios, un talent infantil de danza y música clásica, ideado, no para La 2, sino para el primer time de La 1. Para conocerlo por dentro antes de su estreno, Teleprograma asiste a su grabación en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid.
El espacio es resultado del empeño de Shine Iberia (Masterchef) por traer el francés Prodiges, con siete millones de audiencia. “Es un deber de la tele pública apoyar la música clásica, más presente de lo que pensamos –en anuncios, películas, series…– y si se la das como un gran espectáculo, el público la consumirá”, dice Ana Ribas, productora ejecutiva.
Para que enganche la versión española, incorpora un irónico presentador, hijo de bailarina, Boris Izaguirre –“le quito hierro a la cultura en mayúsculas”, asegura– ; mayor presencia del backstage, con Paula Prendes; una mecánica de concurso más emocionante, y la actuación de artistas invitados como Raphael y Luz Casal.
Chavales de 10 a 16 años
Los protagonistas son los niños de 10 a 16 años, que compiten en tres categorías, canto, danza e instrumento. “Son una mezcla de Messi y Barýshnikov, que juegan al fútbol y hacen la vida propia de su edad, mientras luchan por su sueño de ser bailarines o concertistas –explica Boris–. Me asombra su disciplina, concentración… y sus historias. El padre de una bailarina es taxista; la lleva al conservatorio y a los concursos en el coche; un orgullo para ambos”.
Antes y después de actuar, hablan con Paula en la green room. “Son chavales muy ricos, nada extraterrestres. Trato de tranquilizarles, y que lo vean como un juego”, dice la periodista, que estudió hasta tercero de piano.
La tarea de juzgarlos recae en Ainhoa Artera, Nacho Duato y Andrés Salado, director de la Joven Orquesta de Extremadura. “Yo veo a una niña con tutú y se me cae la baba, pero no seré benevolente –dice el bailarín–. Hay que ser crítico para que puedan corregir los fallos”. La soprano coincide: “Esta es una carrera de fondo, en la que caerse es necesario para poder llegar. Pero el aprendizaje se lo tienen que tomar como un juego, como me pasó a mí”.
Cinco programas
“Da vértigo salir en prime time; estoy más nervioso que los chavales”, dice Salado sobre su debut en la tele. “Ojalá podamos contagiar al público el amor que tenemos a nuestras profesiones”, dice Duato. “Y que nos dejen de ver como gente en formol. Vamos de cañas y de fiesta, como todos”, añade su compañero.
Son 27 concursantes, en tres galas. A la semifinal pasan tres de cada modalidad, y seis de ellos a la final, con un único ganador, que se llevará 20.000 euros y una beca en el Centro de Alto Rendimiento musical de la Universidad Alfonso X el Sabio y el título Prodigio del Año. “Habrá batalla entre nosotros porque trataremos de convencer al público que elija al de nuestra disciplina”, acaba entre bromas Arteta.