Masters de la Reforma ya ha arrancado. Las caravanas del programa de Antena 3 ha empezado a recorrer toda España y las parejas del concurso se han presentado ante los espectadores. Este lunes, el talent de reformas producido por Atresmedia Televisión en colaboración con Shine Iberia ha empezado y ya ha habido que despedir a una de las parejas.
Después de ser presentadas las 10 parejas de la primera edición de Masters de la Reforma, Manel Fuentes y el jurado del programa, Tomás Alía, Carolina Castedo y Pepe Leal, anunciaron las reglas del talent: una primera prueba de habilidad en la que se elegirá a los jefes de cuadrillas, una prueba de exterior en la que competirán por grupos y una prueba de expulsión en la que se decidirá cuál pareja abandona el programa.
Prueba de habilidad: Dehesa extremeña
El medio del campo y en la tierra del jamón, los concursantes de Masters de la Reforma tenían que demostrar su habilidad con el martillo realizando una composición con cuatro cuadros de diferentes estilos. Era la primera vez que los concursantes se enfrentaban a la valoración del jurado y la tensión florecía en el ambiente.
Tras la prueba de 20 minutos de duración, el jurado del programa sentenció que Naomi y Álex eran la peor pareja y Paco y Jessica eran los mejores, convirtiéndose él en el jefe de la cuadrilla. Así se formaron las primeras alianzas.
Prueba de exterior: Finca Los Fresnos
Paco y Jessica tuvieron la oportunidad de elegir a aquellos compañeros que querían en su equipo, trabajando en el interior de la Finca Los Fresnos: Raúl y Chano, Iván y Albert, Antonio y Elisa y Qrro y Borja. En el exterior, el resto de concursantes intentarían darle la vuelta a la tortilla.
Durante esta prueba, las parejas pusieron sobre la mesa todas las cartas. Se empezaron a ver las fortalezas y las debilidades de cada uno de ellos. Y eso provocó los primeros roces entre algunas parejas. Una vez finalizada la prueba, el ambiente se relajó y brotaron las primeras lágrimas.
El equipo que más sufrió en esta prueba fue el que capitaneaba José, que no fue capaz de imponer disciplina en sus filas. El vasco se quejaba de que sus compañeros no la escuchaban: "No me faltan conocimiento para hacer esta obra, pero necesito apoyo. Yo dejo todo organizado y, en cuanto me marcho un momento, vuelvo y cada una está a lo suyo. Así es imposible".
"No vamos a tolerar faltas de respeto", le advirtieron. Tanto se enfadó el vasco que tuvo que alejarse unos metros de sus compañeros, y allí pudo llorar tranquilo. "El liderazgo es complicado", le tranquilizaron. "Tengo que hacerme respetar", dijo José. De nada le sirvió al capitán el disgusto, pues la obra no mejoró y no fueron capaces de colocar las baldosas en condiciones.
Cuando la prueba llegó a su final, los jueces dieron su veredicto sobre lo que habían vivido. "He visto mucho gallo en su gallinero y muchas faltas de respeto", dijo Carolina Cansedo, una de las juezas, "a partir de la semana que viene no las voy a consentir". Otro de los jueces les reprochó su "falta de humildad". Habrá que ver si las reprimendas de los jueces surten efecto en los concursos, que deberán relajarse en las próximas semanas.
El jurado decidió que el mejor equipo era el capitaneado por Paco y Jessica y el resto de concursantes fueron directamente a la prueba de expulsión, donde una de ellas abandonaría la competición.
Prueba de expulsión
Ya en plató, las cinco parejas que no formaron parte del equipo ganador tenían una prueba por delante. Agatha Ruiz de la Prada era la cliente invitada y ella les pidió a los concursantes que hicieran un salón de cinco estilos distintos.
Ya concursando por separado, cada pareja tuvo que hacer un estilo de salón en su propio cubículo, un habitáculo vacío que aparecerá en todas las galas de Masters de la Reforma y que cada semana habrá que reformar de una manera distinta.
Durante seis horas consecutivas, los concursantes tuvieron la oportunidad de visitar por primera vez el gran almacén de Masters de la Reforma para conseguir el mejor resultado. Al final de la noche había que tomar una decisión y el jurado del programa decidió que Raquel y Mª Ángeles, madre e hija, tenían que abandonar la competición.
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