La presentadora de Dar cera, pulir #0 no está muy de acuerdo con el mensaje que transmite la serie de Netflix. Por eso, ha retrocedido unos años hasta el Madrid de los años 20 y, caracterizada como Lidia, el personaje de Blanca Suárez, ha protagonizado una serie de sketches sobre lo que debería ser una ficción feminista y la realidad.
En la primera escena, 'la operadora Conde' reivindicaba la igualdad salarial a su compañero del cable."Deberíamos luchar por nuestros derechos, tú y yo hacemos el mismo trabajo por lo tanto deberíamos cobrar lo mismo. Hablaré con Francisco (el personaje de Yon González) y se lo diré claramente", le dice a su colega. A continuación de la escena llamada 'expectativa', otra que en el programa de Movistar+ consideran fiel a la serie en la que en lugar de tener al lado a un hombre, la chica del cable tiene a una mujer que asegura que hay que darle "sonoridad" al problema para, a continuación, empezar a cotillear sobre lo "mono" que es el jefe.
En el segundo sketch, ya aparece Ángel Martín convertido en Francisco y les presenta a una mujer como nuevo miembro del consejo de administración. "Era la candidata ideal para el puesto y ha pasado un exhaustivo proceso de selección", les dice. Pero esto pertenece a un mundo ideal. En el de la serie de Netflix (siempre según ellos) el elegido es "el hijo del dueño" que se despide de las dos teleoperadoras con un: "Antes de irme, ¿cuál de las dos va a cenar conmigo esta noche?" a lo que el personaje de Ángel responde: "Para qué elegir, llévate a las dos", mientras estas corren a colgarse de su brazo.