Si hay algo que a los fans de Masterchef nos importaba igual o más que conocer al aspirante que ganaría la octava edición, era saber si la relación entre Luna y Alberto se quedaría como una anécdota del programa o iría a más. Finalmente -y sorprendentemente- antes de que Ana, Andy e Iván se batieran en duelo por los 100.000 euros, la pareja confirmó la noticia.
Con todos los concursantes delante de cocinas, Samantha preguntó directamente a la feliz pareja: "Luna, Alberto, ¿cómo estáis?". "Bien, 'fenomenality'", dijo la canaria, aparentemente nerviosa. "¿Quieres dar alguna noticia? Ya sabes que ese es mi tema favorito", insistió la chef. "La relación...¡habla tú!", le pasó la patata caliente Luna a Alberto. "La cosa va, avanza", confirmó él. "¡Qué nos queremos mucho!", zanjó ella. Después de estas palabras, el resto de aspirantes iniciaron un "¡Qué se besen, qué se besen!" y la escena no podía terminar de otra forma que con el beso de la pareja, ahora oficial, de Masterchef 8.
Una cobra antes del beso
Hay que decir que no fue el único beso que ambos se dieron en la final. Mejor dicho, que Luna le dio a Alberto. En el cocinado donde se decidía quién sería el tercer finalista que acompañara a Ana y Andy en la lucha por el premio, estuvo a punto de producirse. En las cocinas de El Bohío, justo antes de que Alberto iniciara la prueba, Luna le dijo que uno de los dos tenía que llegar a la final "porque tiene que haber beso". Después de esta indirecta tan directa, él le dijo a la canaria que intentara darle un beso, ella lo hizo y se encontró con la cobra del catalán.
Aunque ya sabemos que la historia terminó bien, en el momento que los chefs despedían a Luna y Alberto como quinta y cuarto clasificado de Masterchef 8, hubo un primer beso. En pleno éxtasis de la despedida, ella se cobró el beso que el exjugador de fútbol sala le había negado minutos antes en la cocina de El Bohío. Esto fue solo un entrante para lo que vino después, porque como dijo Samantha... "¡Qué viva el amoooor!".