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Entrar en un reality de televisión no es una tarea fácil, no sólo por la cantidad de horas, días y semanas que una persona está expuesta a las cámaras, o por los roces de la convivencia con el resto de los compañeros, pero menos sencillo aún es hacerlo entrando con un problema de salud. José María Almoguera ha llegado a 'GH DÚO' con muchas ganas de que se le conozca, y de que todo el mundo vea de lo que es capaz, tal y como confesaba su madre, Carmen Borrego, horas antes del estreno de la nueva edición en el programa 'Vamos a ver', pero lo cierto es que José María llega con un hándicap que le impedirá, por ejemplo, hacer algunas pruebas del concurso, y es que su problema de salud cardiovascular se lo impide.
No es la primera vez que Carmen Borrego, que consiguió colarse en el estreno de 'GH DÚO', habla de la enfermedad que su hijo tiene diagnosticada desde los 23 años, y de la que tuvo que ser intervenido del corazón a tan temprana edad: el síndrome de Brugada. El joven lleva un desfibrilador cardioversor desde entonces, y a sus 34 años puede hacer vida relativamente normal. Eso sí, ni sobresaltos ni grandes esfuerzos, por lo que las pruebas que conlleven posibles caídas o fuerte contacto físico están completamente desaconsejadas. "Un mal golpe en el desfibrilador y se podría soltar algún cable", reconocía la propia Carmen.
Qué es el síndrome de Brugada, síntomas y cómo se trata, la enfermedad con la que convive José María Almoguera en GH DÚO
El síndrome de Brugada que padece José María Almoguera no es otra cosa que una afección del ritmo cardíaco. Con este problema, los impulsos electromagnéticos que marcan los latidos del corazón se pueden desacompasar y provocar arritmias, por lo que, aunque no es común, puede ser potencialmente mortal. Por ese motivo, José María, al que le fue diagnosticada esta dolencia hace más de 10 años, lleva un desfibrilador cardioversor implantado (DAI), que se suele instalar bajo la clavícula. La diferencia con el marcapasos es que, mientras éste evita que el ritmo de corazón se desacelere, el DAI también tiene función antitaquicardia.
Cuando sufren un ataque, las personas con síndrome de Brugada suelen tener síntomas como mareos, pérdida de conocimiento, respiración dificultosa e incluso jadeos -particularmente por las noches-, palpitaciones y, en los casos agravados, convulsiones o, si no se trata a tiempo, la muerte.
