- Lali Espósito, Verónica Sánchez y Yani Prado lideran el reparto de 'Sky Rojo', la nueva serie de Netflix de los creadores de ‘La Casa de Papel’.
- Todo lo que sabemos de la temporada 2 de 'Sky Rojo'.
Desde que vimos el primer tráiler de Sky Rojo estaba claro que el nuevo thriller de Álex Pina y Esther Martínez Lobato iba a ser subido de tono. ¿Un drama sobre tres trabajadoras sexuales que se vengan de su proxeneta abusivo? Lo que menos se esperaba era la forma en que Sky Rojo aborda sus discusiones sobre sexo, poniendo siempre a sus personajes primero.
Desde sus primeras escenas, Sky Rojo está repleta de escenas diseñadas para hacerte sonrojar. No es raro que la serie se centre en una mujer en topless en un poste o que corte el trasero desnudo de un hombre atrapado a mitad del capítulo. El sexo forma parte de todos los elementos de este espectáculo porque el sexo, como Coral (Verónica Sánchez) se alegra de recordarle a la cámara, está en el centro de su mundo. Y, sin embargo, muy pocas de estas escenas desnudas se sienten sexys, sino que son una manera de hacer sentir incómodo al espectador y ponerte en el lugar del personaje.
Las series deberían aprender de 'Sky Rojo'
Se puede ver en la forma en que se mueven Coral, Wendy (Lali Espósito) y Gina (Yany Prado). Sus caderas se mueven alrededor de los clientes, pero en el segundo en que se alejan, sus hombros se desploman y vuelven a un paso hundido, deprimido, cansado. Puedes escucharlo en sus voces: agudas e intencionalmente seductoras en el club, llenas de emoción cruda el resto del tiempo. Incluso se manifiesta en la forma en que se visten.
Una vez que Coral, Wendy y Gina están huyendo, pasan la mitad del tiempo en tacones y la otra mitad descalzas. Son estos pequeños detalles los que hacen todavía mejor la historia de Sky Rojo. Muchas series que presentan historias de prostitutas quieren contar una triste historia sobre una mujer que está siendo abusada por un sistema corrupto, pero también quieren que esa mujer apele a estándares de belleza que atraigan la mirada masculina.
Cuando ves la apatía que bordea el disgusto que Coral, Wendy y Gina sienten por su profesión, no te queda otra que sentir pena por ellas y sentir lo horrible de su situación. Esta es una serie sobre tres mujeres que recuperan su humanidad después de haber sido abusadas por el sistema.
Por supuesto, Sky Rojo no es un reflejo perfecto del trabajo sexual. Wendy y Gina son víctimas de la trata de personas, que es algo que nunca debe ser glamuroso. Del mismo modo, Coral solo se unió al club para escapar de una relación profundamente abusiva. Estas tres historias demuestra que Sky Rojo refleja la situación sin cortinas de humo y eso es un paso en la dirección correcta para la televisión.
Ignacio es experto en cultura, pero desde hace más de 10 años se ha especializado en cine y series, tanto las que se estrenan en la gran pantalla como en las plataformas de streaming. Lo mismo te habla de los estrenos de Netflix, HBO Max o Amazon Prime Video, como que te cuenta la última hora de ‘Masterchef’ o de cualquier otro programa de televisión.
Con ya una larga experiencia como crítico, conoce las mejores series y películas y le encanta verlas antes que tú para poder decirte si merecen la pena o no. Conoce todos los estrenos de la semana y le encanta recomendar series y películas a sus amigos, familiares y a los lectores, algo que ha ido haciendo en diferentes blogs personales y a través de las redes sociales. Le gusta todo: sigue a grandes directores como Martin Scorsese, Quentin Tarantino o Steven Spielberg, y se sabe de memoria todo el universo de Marvel, Star Wars, El señor de los anillos y el mundo Disney.
La cultura es su principal hobby y aunque se considera un cinéfilo, también le encanta la música, sobre todo internacional, y los videojuegos, a los que dedica todo el tiempo que le deja el cine y las series, claro. El deporte es su otra pasión, que desarrolló en sus inicios en el diario deportivo MARCA. Ignacio Herruzo es Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos en 2012. Desde entonces no ha parado de escribir desde que comenzó en 2013 en el grupo Hearst, donde ha ejercido de redactor en diferentes webs y revistas como Teleprograma, Supertele y Diez Minutos.