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“Llevo más de dos años en un cuerpo que no es el mío”. Esta declaración suena a frase hecha de actor con ínfulas, pero cobra mucha realidad al ver en persona a Wagner Moura. Este brasileño de 40 años, popular y muy respetado en su país desde hace una década y ahora mundialmente reconocido por Narcos, está en pleno proceso casi de exorcismo para quitarse de encima a Pablo Escobar. El capo colombiano que ha marcado la historia de Colombia –justo hoy se celebra el acuerdo entre el Gobierno y las FARC– y la de su carrera le deja algunos kilos de más, pero también la posibilidad de hacer esta entrevista con Teleprograma.tv en perfecto español.
La segunda temporada de Narcos (el trailer, abajo) estará disponible en Netflix desde el viernes 2 de septiembre; para Wagner será la última, pero, como avanzó Teleprograma.tv en exclusiva, la plataforma ya trabaja en los guiones y el casting para una tercera temporada que estaría centrada en otros capos de la droga.
¡Eres prácticamente bilingüe!
Es algo que me alegra mucho. Aprender un idioma desde cero con 40 años tiene mérito, y además es positivo profesionalmente. ¡Ahora puedo trabajar en España! A lo mejor me llama Almodóvar porque tiene algo para mí… (risas).
Puestos a pedir… ¿Con qué actor español te gustaría coincidir?
Con Javier Bardem, que además también va a hacer de Pablo Escobar en una película junto a Penélope Cruz. Javier es mi ídolo total, uno de los mejores actores del mundo.
Vamos con Narcos. La segunda temporada acabará con la muerte del
capo… ¿Os ceñís a la versión oficial o a otras de las múltiples teorías?
Responder a eso sería un gran spoiler. He leído desde que se suicidó, hasta que lo mataron los Pepes [miembros de otros carteles y arrepentidos del suyo], los agentes estadounidenses… No puedo decirte quién mata a Pablo en la serie, solo que intentamos ser lo más fieles posible a la realidad.
¿Cuál es el punto fuerte de esta entrega?
Es más dinámica, dramática y épica. La primera abarcaba más de diez años de la historia y había que explicar muchas cosas; aquí se centra en la huida de año y medio de Pablo, acorralado por todos sus enemigos. Es apasionante ver cómo alguien tan fuerte se rompe a nivel emocional.
¿Qué sentiste al grabar la ya mítica escena de su muerte en un tejado?
Fue muy raro y emocionante para todos. Es la escena más importante de la serie y una de las que más me gusta. Lo hicimos en el tejado de al lado de la casa donde sucedió en la realidad, en un barrio humilde de Medellín, era todo tan parecido… También en la caracterización, porque yo estaba muy gordo, con esa barba…
Ya se te ve bastante más delgado.
Perdí ocho kilos, pero tengo que quitarme todavía como doce.
Depende de tu próximo proyecto…
¡No! Nunca más voy a ganar peso para un personaje, que ya tengo 40 años y luego bajar es muy duro.
¿Cómo ha sido ese proceso para liberarte de un personaje así?
Primero comiendo bien y haciendo vida sana, pero no solo para adelgazar, sino para limpiarme, para sacármelo de dentro física, psicológica y espiritualmente. Son dos años con toda su energía sobre mí, y el cuerpo tiene memoria. Así que me estoy desintoxicando de Pablo Escobar: durante dos meses me volví vegano, dejé de beber y de fumar. Ahora ya como pescado y tomo algún trago, pero sigo haciendo mucho deporte, sobre todo jiu-jitsu.
¿Tienes síndrome de Estocolmo con él? ¿Has llegado a entenderlo?
Creo que sí. No justifico lo que hizo, por supuesto, era una mala persona y uno de los asesinos más peligrosos del siglo XX, responsable de actos monstruosos como los atentados en Bogotá. Pero sí puedo decir que entiendo su personalidad. Entiendo quién era. Un ser humano, con sus tristezas, con sus afectos.
¿Te has llevado algún recuerdo?
¡Sí! Me regalaron un cuadro muy chulo con el suéter de nudos marineros con que escapa de la cárcel. Es fascinante que un hombre como ese vistiera esas prendas tan feas, casi infantiles.
¿Qué te decían tus hijos al verte tan cambiado físicamente?
Se acostumbraron a la cara rara de su papá (risas). Lo bueno es que para esta temporada se mudaron a Colombia, ¡hablan español mejor que yo! Los dos mayores iban al cole y en dos meses lo cogieron, el pequeño tardó un poco más.
Tú ya te has despedido de Narcos, pero… ¿crees que la serie tiene futuro sin ti?
Sí. El objetivo nunca fue contar la historia de Pablo Escobar, sino la del origen del narcotráfico. Y obviamente queda mucho, tanto si siguen las tramas en Colombia como si saltan a México.
¿Cómo se ve Narcos en Colombia?
Para ellos es conflictivo porque están saturados del tema de la cocaína. Es normal que haya críticas porque al final esta es una serie de producción norteamericana, protagonizada por un brasileño, con actores de toda Latinoamérica… Pero yo me tomé casi como un objetivo personal que gustara allí, y lo cierto es que lo que yo he percibido en mi estancia ha sido muy chévere.
Durante la grabación saltó el escándalo del chapo Guzmán y Kate del Castillo. ¿Entiendes esa fascinación entre capos y actores?
Sí, creo que es algo que siempre pasará porque a la gente le fascina la vida de los que están fuera de la ley. Y más todavía cuando se trata de personas reales.
¿Ha cambiado tu opinión sobre qué hacer contra el tráfico de drogas?
Siempre he pensado que las drogas deberían legalizarse, y hacer Narcos, con todo lo que he aprendido del tema, solo ha reforzado esa idea. Estoy seguro al cien por cien. La verdadera guerra, donde hay jóvenes asesinados cada día, sucede en los países productores como México, Colombia o Brasil, no donde se consume, como Estados Unidos. No digo que el abuso de drogas sea un tema menor, pero eso hay que abordarlo como un problema de salud, no como un problema policial.
Ahora que estás ‘limpio’ de Pablo, ¿cuál es tu próximo proyecto?
Voy a debutar como director, ¡estoy emocionado! Será la historia del brasileño Carlos Marighella, uno de los líderes de la resistencia contra la dictadura [1964]. Estamos perfilando el guión y buscando financiación. No es fácil con el momento que atraviesa el país, y menos para una película sobre un comunista (risas).
¿Cuál es tu opinión sobre la convulsión política que vive tu país?
Este es el peor momento de Brasil desde la dictadura. Yo no apoyo a Dilma como presidenta, no la he votado, pero su recusación ha sido algo muy parecido a un golpe de Estado. Sin ejército, sin violencia, pero al final están en el poder los mismos viejos políticos que oprimieron durante años a las clases trabajadoras. Lo primero que hicieron fue eliminar el Ministerio de Cultura, y solo echaron marcha atrás por la lucha de los artistas. Solo nos queda resistir.
La trama de la segunda temporada
Tras escapar de la cárcel La Catedral, Pablo Escobar pretende negociar de nuevo con el gobierno colombiano, pero el presidente corta todas las vías y monta el conocido como Bloque de Búsqueda con un único objetivo: acabar con el narco. A los agentes de seguridad se suma la inteligencia norteamericana y los Pepes, otro grupo formado por miembros del mismo cartel de Escobar que reniegan de su líder y de otros cárteles rivales.
La trama de la segunda temporada
Desde sus escondite, el capo redobla sus ataques contra las autoridades colombianas y también organiza atentados que masacran a la población civil. Poco a poco se va quedando sin aliados… Por desesperación se pone en contacto con su familia, retenidas por las autoridades, y esas llamadas son el principio del fin para él, ya que los agentes logran captar su paradero.
Uno de los puntos fuertes de Narcos es la verosimilitud con que narra episodios clave de la historia de Colombia y la vida y muerte de Escobar. Su asesinato se ha recreado en el lugar en que sucedió en 1993, en un tejado de un barrio humilde
de Medellín.
Pablo Escobar ‘resucitó’ en la gran pantalla solo ocho años después de
su muerte en un tejado de Medellín.
Fue en Blow (2001), la última película
del también fallecido Ted Demme, y lo encarnaba el neozelandés Cliff Curtis.
El personaje no volvió a tratarse en la ficción hasta Escobar, el patrón del mal (2012), una serie colombiana creada
por los políticos Camilo Cano y Juana Uribe, víctimas del criminal.
Tuvo tanto éxito que el narco, interpretado por Andrés Parra, hizo un cameo en la telenovela El señor de los cielos (2013-2017) pidiendo ayuda al capo mexicano Aurelio Casillas (Rafael Amaya) para sacar a su familia del país.
Su recreación más famosa ha tenido lugar en el cine, con el gran Benicio del Toro como protagonista de Escobar, paraíso perdido, (2014).
En el futuro vendrán Escobar, con Javier Bardem y Penélope Cruz, que se han hecho con los derechos del libro de su amante Virginia Vallejo;
y El patrón, con John Leguizamo.
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