¿Y tú? ¿Qué meriendas?

El paso de las horas y la actividad física nos deja sin fuerza, por lo que es necesario reponer energía antes de cenar, hecho que convierte a la merienda en algo imprescindible.

Tomar algo ligero, completo y equilibrado como un vaso de leche acompañado de unos cereales o unas galletas es un buen picoteo para llegar a la cena con menos hambre.

Otra buena propuesta es preparar con los peques unos deliciosos culants de chocolate. Los de Dr. Oetker son muy fáciles y están buenísimos. Además, te servirá para pasar una tarde entretenida con los niños.

La merienda no es menos importante que cualquier otra comida. Es recomendable elaborar un menú de meriendas en el que puedes intercalar tentempiés dulces con salados.

Un zumo, unas tostadas o un sándwich es lo mejor para coger energía suficiente para aguantar lo que queda de la jornada.

Un producto lácteo como un yogurt o unas natillas, tan apetecibles a cualquier hora son una buena opción para tomar a media tarde o a media mañana.

Los nutricionistas insisten en la importancia de tomar cinco raciones ligeras al día, un hábito mucho más saludable que tomar sólo tres comidas copiosas.

En el mercado podemos encontrar algunos productos deliciosos  para merendar como los muffins de Lacasitos.

Una porción de chocolate puede ser la mejor fuente de energía a la que grandes y pequeños no podrán resistirse.

Existen muchas variedades de chocolates que además aportan cereales, una combinación ideal para una merienda más completa.

Si vas a preparar una merienda dulce nada mejor que un zumo, infusión o lácteo acompañado de palmeritas, gallegas, magdalenas... ¡Una auténtica delicia!