Máxima de Holanda ha vuelto a dar una lección de estilo en su última aparición pública. Después de sus vacaciones de invierno en los Alpes, los reyes de Holanda han retomado su agenda oficial con un viaje exprés a Alemania donde han querido visitar la localidad de Bremen para afianzar las relaciones comerciales entre esta ciudad y los Países Bajos.
Para afrontar una agenda repleta de actividades, Máxima lució un impecable conjunto de dos piezas firmado por uno de sus diseñadores fetiche, el holandés Jan Taminiau, autor de algunos de sus modelos más icónicos como el recordado vestido azul con capa de su coronación.
El conjunto, que combinaba a la perfección los tonos azul marino y mostaza, estaba formado por un abrigo tipo capa con efecto degradé y un vestido de rayas en línea A con falda midi y mangas abullonadas. La reina completaba su look con un tocado, zapatos de salón en color mostaza, bolso de mano trenzado y guantes de piel.
Para este look, Máxima parece haberse inspirado en uno de los looks más elegantes de la reina Letizia. Ambas han coincidido en el degradado de sus prendas de abrigo aunque, mientras que el de la Reina era de Hugo Boss y con una línea más clásica, el de la argentina estaba firmado por Jan Taminiau y tenía forma de capa.
Durante su estancia en Bremen, Guillermo y Máxima de Holanda visitó la popular estatua de los Músicos de Bremen realizada en honor a los protagonistas del popular cuento de los hermanos Grimm. Realizada en 1951 por el artista alemán Gerhard Marcks fue adquirida por el ayuntamiento de Bremen para colocarla en una plaza junto al antiguo ayuntamiento dos años después.
Máxima cumplió con la tradición más arraigada entre los turistas de acariciar las patas del burro para pedir un deseo. La estatua está formada por un burro, un perro, un gato y un gallo que son los protagonistas de la historia de los Grimm.