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Kate Middleton nunca ha ocultado su carácter competitivo. Atleta en la adolescencia y amante de los deportes en general, la princesa de Gales ha demostrado estar más en forma que su marido, Guillermo de Inglaterra. Con motivo del día de San David, patrón de Gales, Kate y Guillermo tuvieron varios actos en Gales del Sur.
El día comenzó con una visita al Centro de Rehabilitación Brynawel, líder en el tratamiento de la dependencia del alcohol y las drogas, cerca de Pontyclun, Mid Glamorgan. Los Príncipes de Gales lucían un narciso amarillo en las solapas de sus abrigos en honor al patrón de Gales. A su llegada, se reunieron con el personal, los pacientes y sus familias y se interesaron por los programas que ofrece el centro, que cuenta con cursos de terapia especializada diseñados para ayudar a los clientes a mejorar su salud mental.
También visitaron un jardín de terapia que el centro de rehabilitación está creando junto a la organización 'Life at No.27'. Momento en el que la Princesa plantó unas semillas en la nueva parcela. No florecerán hasta dentro de dos años, pero la jardinera del centro le dijo a Kate que se asegurará de que "le lleguen algunas".
La siguiente parada fue en el Aberavon Leisure & Fitness Center en Port Talbot. Allí, Kate y Guillermo sacaron su lado más competitivo al participar en una clase de spinning. La pareja participó en una pequeña competición para ver quién podía recorrer la mayor distancia en 45 segundos. Guillermo provocó las risas de los asistentes al disculparse por "arruinar su clase de spinning", mientras que Kate alegó no estar segura "de venir vestida para esto".
Pese a no llevar un estilimo muy apropiado para hacer deporte, la Princesa de Gales se alzó como ganadora.
Los actos del día terminaron con su visita al Wales Air Ambulance Charity, una organización benéfica, que ha completado casi 45.000 misiones y está en espera las 24 horas del día, los 365 días del año.
A lo largo de todo el recorrido, Kate recibió varios ramos de flores y el cariño de los ciudadanos.
Kate Middleton y su look 'made in Spain'
La Princesa de Gales optó por un look sencillo en el que su falda, de Zara, fue la gran protagonista. Kate eligió un abrigo color crema con botonadura cruzada, del estilo a otros de Alexander McQueen que tiene desde hace años, lo combinó con jersey de cuello cisne del mismo color y falda con estampaado pata de gallo en blanco y negro de la firma de Inditex. La pieza pertenece a la colección de la temporada pasada, es de largo midi y silueta en A, sin rematar en el dobladillo y abotonada en la parte delantera.
Como complementos, la Princesa de Gales se decantó por botas negras de piel vuelta de Gianvito Rossi; guantes negros; bolso de Mulberry; y pendientes Heavenly London, con perlas y brillantes. Una joya que tiene desde hace más de una década.
