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Kate Middleton continúa recuperándose en el hospital de la cirugía abdominal a la que se sometió el pasado 16 de enero. De momento no han salido a la luz detalles sobre el motivo que la ha llevado a quirófano, pero por lo que sabe, y tras el comunicado que lanzaba la Familia Real Británica, todo ha salido bien, aunque ahora le esperan dos semanas de recuperación y tres meses de baja. Su marido, el príncipe Guillermo, apenas se separa de ella, aunque ya se le ha visto entrando y saliendo de The London Clinic este jueves. Pese a que todo se desarrolla con normalidad, el gesto de preocupación del príncipe heredero desde su coche era notable y lo decía todo sobre cómo está estos días.
Por otro lado, y para poder estar más tiempo cerca de Kate y cuidar de sus hijos, el príncipe Guillermo ha decidido cancelar toda su agenda. Así, mientras su esposa esté en el hospital no tendrá ningún compromiso público y tampoco asumirá sus deberes oficiales durante los primeros días que su esposa regrese a su casa en Windsor. En el comunicado enviado por el palacio de Kensington tras la intervención, la princesa de Gales se disculpaba por tener que posponer también su agenda oficial, que incluía dos viajes fuera del Reino Unido, uno de ellos una gira por Italia que recalaría en Roma y El Vaticano: "La princesa de Gales desea pedir disculpas a todos los afectados por el hecho de tener que posponer sus próximos compromisos. Esperar poder atenderlos tan pronto como sea posible". Con todo ello, se espera que retome su agenda no antes de Semana Santa.
El 2024, sin duda, no ha empezado demasiado bien para la familia Windsor, y es que además del paso por el hospital de Kate, también se supo, sólo unas horas después, que el rey Carlos III también tendrá que ser operado de una hiperplasia prostática benigna (HPB), es decir, un tumor benigno provocado por un crecimiento celular no cancerígeno en la próstata. Un incidente común entre los mayores de 50 años, por la que, parece, no habría que preocuparse.
