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La Familia Real británica está en una situación límite en cuanto a sus representantes, y es que cada vez más miembros están causando baja. El rey Carlos III es intervenido este viernes 26 de enero de un tumor benigno en la próstata y deberá estar unos días de reposo; días antes, Kate Middleton, princesa de Gales, también era operada en una cirugía abdominal -de la que apenas se conocen detalles- y estará de baja, por lo menos, hasta Semana Santa... como era lógico, su marido, el príncipe Guillermo, decidió cancelar su agenda pública para estar con su mujer y sus hijos, pero es que ahora otra baja ha llegado a la familia.
Se trata de la reina Camila. Hace sólo unos días, poco antes de la operación del Rey, la esposa de Carlos III no cancelaba sus compromisos para dar una imagen de tranquilidad, pero ahora que el monarca se somete a la intervención quiere estar a su lado. Han estado descansando en el palacio de Sandringham antes de su intervención y todo indica que volverán allí cuando salga del hospital. Lo que está decidido es que Camila también ha decidido cancelar varios actos para estar más pendiente de su marido, reduciendo así sus apariciones. Con este panorama, el palacio de Buckingham ha tenido que tomar una decisión para no dejar actos sin representación real, y parece que ya hay sustitutos.
Cuando estas situaciones ocurren, a pesar de que son raras, el protocolo dicta que tendrán que ser otros miembros de la Familia Real los que lleven a cabo el papel representativos, y no hay más que echar un vistazo a la cuenta oficial de Instagram de la institución para ver que la princesa Ana y los duques de Edimburgo -Eduardo y su mujer, Sofía- son los encargados de realizar esas tareas.
La princesa Ana, por un lado, aparecía este miércoles en el castillo de Windsor para presidir un acto en el que entregó honores reales al cineasta Stephen Frears y al cofundador de 'Walking With the Wounded', Simon Daglish. Por otro lado, el duque de Edimburgo está por un tour por el Atlántico, donde ha recalado en Sudáfrica y también en la isla de Santa Elena. Allí ha conocido a la legendaria tortuga Jonathan, de 200 años. Una costumbre real que se remonta al rey Jorge VI, y que también llevaron a cabo la reina madre, la princesa Margarita y también Isabel II.
Además, la esposa del duque Eduardo, Sofía, también ha cobrado más protagonismo estos días acudiendo a un taller femenino en la Academia de Mujeres Harris sobre temas de salud y los retos a los que se enfrentan las chicas jóvenes hoy en día. Desde luego, alguien tenía que tomar las riendas de la agenda real, y en Ana, Eduardo y Sofía han encontrado unos buenos sustitutos mientras todo vuelve a la normalidad.
