Las familias reales ya están en Mónaco para la boda de Alberto y Charlene
Horas antes del esperado enlace, los representantes de las Casas Reales que asisten a la boda han llegado a Mónaco.
Horas antes del esperado enlace, los representantes de las Casas Reales que asisten a la boda han llegado a Mónaco.
Los invitados reales a la boda de Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock han apurado su llegada a la capital monaguesca para asistir al doble enlace real. Este viernes, a las cinco de la tarde tiene lugar la ceremonia civil.
Una de las ausencias más notables al enlace es la de la representaciónn de la Familia Real Española. Este jueves, el Rey don Juan Carlos habló por teléfono con Alberto de Mónaco para excusar su presencia en el enlace. Este sábado, al jefe del Estado español recibe, además, en audiencia en el el Palacio de la Zarzuela a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, que está de visita oficial en España.
Este es el momento de la llegada a Mónaco de los príncipes de Noruega, Haakon y Mette Marit.
La princesa Mette Marit, que llegaba a Mónaco muy sonriente, entraba al hotel cargada de bolsas. Ella y su marido representan a Noruega en la boda real del príncipe Alberto II de Mónaco y Charlene Wittstock.
El príncipe Eduardo y su esposa Sofía son los representantes de la Familia Real Británica en la boda real de Alberto de Mónaco.
Sofía de Inglaterra instantes antes de acceder al hotel donde se hospeda durante su estancia en mónaco para la boda real. Para el viaje, optó por un cómodo y veraniego vestido azul.
Eduardo y Sofia de Inglaterra conversan a su llegada a Mónaco.
Joaquín y Marie de Dinamarca en el momento de llegar al hotel donde se hospedan en Mónaco.
Marie de Dinamarca optó por un estilismo juvenil y desenfadado para su viaje a Mónaco. Se decantó por un fresquito minivestido en color crema a juego con un sombrero de verano.
Los príncipes Felipe y Matil de Bélgica posaron felices y sonrientes a su llegada a Mónaco.
Guillermo y Máxima de Holanda parecían llegar a Mónaco con muchas ganas de pasárselo en grande. Así de sonrientes saludaron a los monaguescos que se aceraron a saludarlos.
Máxima de Holanda, que siempre destaca por su elegancia y estilismos, no podía dejar de estar perfecta en esta cita tan destacada de su agenda.
Durante toda la jornada Mónaco y sus ciudadanos se han preparado para vivir con intensidad uno de los días más motivos para el principado; un día de fiesta en el que todo está preparado y en el que no sólo se ofrecerá su cariño a los novios, el príncipe Alberto y Charlene Wittstock, también se recordará a los príncipes desaparecidos Rainiero y Grace.
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