Kiko Hernández es un padre feliz y entregado. A la vista de estas imágenes es indudable que el colaborador de 'Sálvame' está feliz con sus hijas Abril y Jimena, que ya han cumplido dos años. Las niñas son la razón de su vida y disfruta de ellas siempre que puede. Así de entregado le vimos hace unos días llevando a las niñas en coche a un centro médico para vacunarlas. Antes de bajar del coche, dejó que Abril jugara con el volante sentada en su regazo. El colaborador invierte todo el tiempo que puede en el cuidado de las niñas.
Lo cierto es que la llegada de sus hijas ha dado un importante vuelco a su vida personal y laboral. Una de las primeras decisiones que tomó fue la de invertir menos tiempo en el trabajo. Para ello llegó a un acuerdo con sus jefes para no asistir a “Sálvame” los viernes ni al “Deluxe” los sábados por la noche, y así poder disfrutar el fin de semana completo con Abril y Jimena. Y es que las pequeñas son su vida y se deshace en mimos y atenciones.
La segunda decisión fue la de cambiar de vivienda. Kiko se despedía así de su querida Villa Chatín, donde vivió durante 15 años, para trasladarse a otra casa más cómoda y sobre todo más segura para las niñas. Nada más mudarse nos confesaba: “Sí, ¡estoy feliz! La urbanización tiene seguridad 24 horas y mi casa tiene cámaras en todos los sitios. ¡Parece la casa de Gran Hermano! Tengo las cámaras conectadas con el móvil para ver lo que está pasando”.De la tele, al cine Y como no para de darnos sorpresas, este verano veremos a Kiko Hernández debutando como actor en la película “El ídolo”, del director Andreu Castro.
Kiko Hernández disfruta mucho de su paternidad y de las labores que ello conlleva como hacer la compra. Como uno más, el colaborador televisivo es el encargado de ir al supermercado y comprar todo lo necesario para sus pequeñas.
Después de llenar su carrito con pañales, toallitas y otros artículos de aseo para Abril y Jimena, Kiko fue el encargado de meterlo todo en el coche y dirigirse a su hogar