- Eugenia Martínez de Irujo, fiel heredera de las pasiones de su madre.
- Cayetana Rivera superó el COVID-19. "He tenido bastante malestar pero poca fiebre. También perdí el olfato. Un poco de todo", declaró la hija de la duquesa de Montoro.
Eugenia Martínez de Irujo ha puesto rumbo a uno de sus destinos favoritos desde que era una niña, Marbella. Allí se encuentra la casa familiar, 'Las Cañas', que heredó tras la muerte de su madre y en la que ha pasado sus veranos más felices. Un año más, la duquesa de Montoro se han instalado en este chalet, donde recarga las pilas después de unos meses duros en los que ha visto como su hija superaba el COVID-19 y otros problemas de salud, como varios desvanecimientos que sufrió en 2019. Precisamente su hija está con ella estos días.
Madre e hija han pasado el confinamiento separadas y ahora quieren recuperar ese tiempo en el que no han podido verse. Tana, como llaman cariñosamente a la joven en la familia, vivió el estado de alarma junto a su padre y la mujer de este, Lourdes Montes, en la casa del empresario en Ronda (Málaga). Mientras que Eugenia lo hizo en la finca La Pizana, a 30 kilómetros de Sevilla.
La duquesa de Montoro y Tana Rivera derrocharon estilo dos originales vestidos. El de Eugenia, de color verde y detalles blancos, con corte caftán y que adquirió en una tienda de Ibiza, By Tuky Ibiza. No es la primera vez que lo luce. El pasado octubre, la aristócrata compartió una foto en su Instagram con el mismo look: vestido y bolso.
Por su parte, Tana optó por un vestido azul con estampado floral, largo y con vuelo.
Ambas llevaban las mascarillas obligatorias. Eugenia, blanca, y Tana, de color negro.
Además de su hija, la duquesa también estuvo acompañada por su marido, el presidente de Universal Music, Narcís Rebollo; y otro joven que ¿podría ser el nuevo novio de Tana?
