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Carles Sans no tiene que demostrar sus dotes de buen actor o de director porque durante 42 años formó parte de 'Tricicle', un trío con el que recorrió medio mundo, cosechando grandes éxitos, ya que el humor traspasa fronteras. Lo hicieron hasta que decidieron dar un nuevo giro a su carrera y a su vida. Carles Sans quiso hacerlo en solitario y ahora ha emprendido una larga gira que inició en Barcelona, en el festival de Pedralbes, hasta recalar en Madrid, en el Teatro Reina Victoria, donde estará hasta el 15 de octubre con su espectáculo '¡Por fin solo!', que dirige junto a José Corbacho. Carles Sans ha pasado la barrera de los 60, es alto, fuerte, tiene el pelo blanco y la sonrisa ancha y generosa. Nos reunimos en el Teatro de la Latina días antes del estreno, donde está ensayando. Allí nos contó el origen de su apoyo (el guapo) dentro del grupo 'Tricicle': "Lo de 'Soy guapo' era para que el público nos identificara. Como no sabían nuestros nombres, nos definían como el calvito, el gordito o el guapo, a mí me tocaba esa parte estupenda.
El director y humorista lleva más de cuatro décadas sobre el escenario y no piensa en retirarse. "Me tuve que plantear si quería dejar realmente el escenario, que es un oficio que me gusta demasiado", explica y de ahí que crease este nuevo "proyecto en solitario que titulé con mucha ironía '¡Por fin solo!', en el que no paro de hablar, en el que cuento anécdotas vividas a lo largo de 42 años formando parte de Tricicle, muy locas y divertidas, todas reales, sobre cosas que me han pasado de verdad".
Fue en 2022 cuando 'Tricile' dijo su adiós definitivo a su público. Tal y como revela Carles, la separación de trío cómico no fue por roces entre los componentes. "Había cansancio, las giras ya no tienen el aliciente de cuando empezamos. Hacer un espectáculo nuevo costaba más, no teníamos problemas entre nosotros, sólo que ya no había estimulo, y luego teníamos necesidad de expresarnos cada uno por nuestra cuenta. Ese 33,33% de éxito que compartíamos estaba muy bien, pero en tu interior pensabas: ¿y si pruebo y voy al 100%?", explica el director.
Aunque el humor caracteriza su espéctaculo, Carles tiene ciertas líneas rojas. "No hablo de enfermedades. Tampoco hablo de política porque siempre vas a salir mal parado, no es por quedar bien, es que hemos hecho un humor para todo tipo de público, y es un acierto ver cómo se ríe igual un señor mayor, un hijo o un nieto", reconoce. Al humorista le gusta relacionarse con gente joven, "trabajar con ellos, no tengo hijos pero tengo muchos sobrinos y es a través de ellos que voy pillando cosas para no quedarme atrás porque soy de los que le gusta estar al día de todo: en música, mis sobrinos hablan de gente que no tengo ni idea de quienes son".
Son muchos años sobre el escenario pero pocos saben que Carles lo que quería era ser periodista. "Iba para periodista porque hacer radio es lo que me gustaba, pero suspendí el examen y mi padre me envió a la Facultad de Derecho. Estuve dos años, hasta que me di cuenta de que aquello era una amargura y descubrí el teatro. Me matriculé en algunas escuelas y aquí estoy", desvela.
Carles ya tiene escrita una comedia que le gustaría dirigir cuando acabe '¡Por fin solo!' con la que confiesa: "Creo que me estoy dando una propina profesional a mí mismo. No necesito trabajar mucho, ni quiero mostrar nada, más bien porque me apetece seguir trabajando en esto".
El director está en forma y es que, como él mismo revela, le gusta cuidarse. "Mi mujer es dietista y me orienta mucho, me lo tomo en serio, aunque cuando llega el verano, te desmadras".
"¿Cómo se ve dentro de veinte años?", le pregunta Rosa Villacastín. A lo que Carles le contesta: "A estas alturas, lo único que quiero es estar sano, no tener que depender de nadie y disfrutar de lo conseguido. Me conformo con disfrutar de mi mujer, que es lo que quiero".
Carles Sans, su foto favorita
"Me gusta esta foto porque soy muy yo", nos confiesa el humorista y director.
