A pesar de los rumores que enfrentan a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez Almeida, parece que su 'rivalidad' podría ser sólo política, y no personal. Al menos, a juzgar por la anécdota que acabamos de conocer, y es que la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital se vieron este miércoles en un probador de una tienda. Tan raro como suena, tiene una explicación, y es que coincidieron de manera fortuita cuando ella iba camino a recoger un premio en el afamado hotel Wellington, muy cerca del Parque de El Retiro.

La pasada noche, el hotel madrileño acogía la entrega de los Premios Flamenco en la Piel, que da la organización de la pasarela SIMOF, y que este año había decidido escoger la capital para el gran acto. Allí, Isabel Díaz Ayuso -que recientemente sufría un aborto-, la cantante India Martínez y la presentadora Ana Rosa Quintana -que se confesó sobre lo que peor lleva de trabajar en su nuevo programa, 'TardeAR'- fueron las protagonistas, pero justo antes de llegar al desfile, Ayuso se encontraba con su compañero de partido, al que, desde la ventana de una sastrería, veía aparecer tras la cortina de un probador, del que salía probándose unos pantalones.

isabel diaz ayuso y jose luis martinez almeida, juntos en una imagen de archivo en las fiestas de la virgen de la paloma 2023 en madrid
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Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, juntos en una imagen de archivo

Sin cortarse, Isabel entraba en la tienda para saludar con dos besos a su compañero y preguntarle cómo estaba, un gesto que él le devolvió contento de verla. El alcalde también había recibido la invitación para acudir al desfile de SIMOF, pero la había declinado por "problemas de agenda". Sin embargo, se encontraba muy cerca del acto a la misma hora en la que aprovechaba para hacer algunas compras.

La presencia de Ayuso en el acto fue, sin embargo, de lo más fugaz, y ella misma, en su discurso, explicó por qué se tenía que ir corriendo: "Lamento tener que irme, es cierto que a mí me gusta volcarme en los sitios a los que voy y hablar uno a uno con todo el mundo, pero la actualidad internacional nos lleva a tener que ir a una sinagoga, por el complicado momento que estamos viviendo, y por eso tengo que irme", señaló antes de agradecer el galardón y marcharse como un suspiro.