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Con 18 años empezó a dar los primeros pasos en 'El Club de la Comedia'. Ahora, tiene 42 años y Miguel Lago sabía desde pequeño que lo suyo era hacer reír. De hecho, lleva triunfando dos años en el Teatro Alcázar de Madrid con su show, donde la gente no para de reírse y lo compatibiliza con sus colaboraciones en 'Y ahora Sonsoles' y 'El Hormiguero'. Pero él mismo dice que hay un Lago, que es el que la gente conoce y ve en el teatro y televisión, y luego está Miguel, el de casa. Un Miguel sensible y que se desvive por su mujer y sus cuatro hijos, uno de ellos adoptado: "Lo mejor que he hecho", asegura orgulloso.
Miguel, quince años sin parar de trabajar y dos años con el mismo show. ¿Cuál es el secreto?
Trabajar mucho y que el público te quiera, porque es la única manera de seguir. Yo arriesgué mucho entrando en un teatro en Madrid, porque fue a raíz de la crisis de 2008. Yo en aquel momento no tenía la repercusión que tengo ahora, pero aposté por ello.
Miguel Lago: "Actualmente es muy difícil subirte a esta profesión"
Muchos cómicos no pueden vivir de esta profesión.
Actualmente es muy difícil subirte a esta profesión.
¿Tú crees que ha cambiado mucho el humor en este país?
En esencia no. Por eso hace rabiar a los que tienen la mandíbula de cristal. Nos seguimos riendo de lo mismo generación tras generación. Es igual que la literatura: todas las novelas van de lo mismo. Los temas ya están inventados y es según lo trates. El chiste si hace que la gente se ría es que es bueno.
¿Alguna vez no se han reído con un chiste tuyo?
Me ha pasado muy poquito. Me pasaba al principio, cuando no tienes las herramientas ni el tesón. Cuando pasa, te empieza a sudar la parte baja de la espalda. Se pasa mal y tienes ganas de morirte. Mis primeras actuaciones fuera de Galicia fueron terroríficas, pero volví a casa diciendo: "¡Esto es lo mío!".
Claro, porque el humor cambia dependiendo de la zona de España.
Es verdad, pero hay que ser uno mismo. Yo no puedo hacer otro humor, porque soy así, y hay que defenderlo con firmeza. Así el espectador te lo compra.
Miguel Lago: "No les presto atención a los improperios o insultos terribles"
Recibes muchas críticas por las redes sociales.
¿Qué son críticas? Cuando a la gente no le gusta lo que digo, optan por improperios e insultos terribles, y no les presto atención. Lo que yo quiero es que el público se ría conmigo, con Lago, porque luego está Miguel que es el que está en su casa con su familia. Lago en el escenario es disparatado con todo lo que se mueve con la izquierda y la derecha, que es algo que hay gente que no entiende, pero es lo que tiene ser libre. El humor tiene que ir contra todo. Los políticos se tienen que aguantar con las bromas, porque va en el cargo.
Cuando eras niño, ¿eras muy bromista?
Yo era revoltoso, pero no era el gracioso de turno. Yo debuté con 18 años en 'El Club de la Comedia' y ya antes de niño sabía que iba a llamar la atención.
¿Buscabas la fama?
Buscaba el aplauso de mis padres. A ellos no les sentó bien que quisiera ser cómico y fue uno de los motivos por los que acabé la carrera.
¿Y el otro?
Porque quería pasar el mayor tiempo posible con la que hoy es mi mujer.
¿Te gustaría que tus hijos fueran cómicos?
¡Ojalá! Sería como la saga de los Larrañaga. ¡La Saga de los Lago! Sería maravilloso. Lo mejor es que un hijo te diga que tiene inquietudes artísticas. En mi casa hay mucho arte. Lo importante es que desde pequeños beban música, literatura...
¿Estás a gusto en televisión en 'Y ahora, Sonsoles' y 'El hormiguero'?
Sí, pero hay veces que sufro con la crónica negra porque empatizo mucho con las familias.
Eres muy sensible.
Sí, sobre todo con temas de niños. Yo, por ejemplo, con Sonsoles estoy aprendiendo mucho de ella cómo empatiza con el entrevistado. En televisión he tenido suerte porque he trabajado con los mejores.
¿Sueñas con tu propio programa?
No es que sueñe, sé que va a llegar. Yo siempre me pongo metas, y las cosas llegarán cuando tengan que llegar.
¿Se te ha subido el ego?
No especialmente, porque siempre he tenido mucho. Los artistas tenemos la obligación de tener una pedrada en la cabeza por llamar la atención. Yo quiero los focos en mí, pero en el escenario. A mí el ego se me coloca cuando llego a la puerta de mi casa y queda fuera.
La gente que te conocemos coincidimos en que eres un padrazo.
Por lo menos, lo intento. La suerte que tengo es que tengo el ejemplo de Laura.
Teníais tres hijos y decidís adoptar.
Ya no podíamos tener más hijos biológicos por el accidente de mi mujer, pero fue por un acto de amor y compromiso con el mundo. No se puede explicar. Primero le nació a Laura y luego yo entendí que no había nada más bonito que darle una familia y un hogar a quien no la tiene. Mi hijo Robin llegó a nuestra casa con cuatro años y el pobre lleva institucionalizado desde que tenía siete meses. Pasó cuatro años huérfano completo en República Dominicana, y durante dos años solo le veíamos a través de videollamadas, y llegó un momento que no aguantaba las llamadas de los viernes. No entiendo que habiendo solicitudes de adopción, siga habiendo niños en orfanatos. Por eso, no entiendo que me llamen racista cuando tengo un hijo negro.
Este verano, viajasteis con él a su país.
Fue precioso y nos dio las gracias. Ahora estamos reformando una escuela allí, con la Fundación Miguel Lago, de la que se encarga Laura.
Cita en... Recoletos Jazz
Recoletos Jazz, con sede en el 'petit hotel' del corazón del barrio de Salamanca de Madrid, estrena una nueva gran sala de conciertos que lo avala como una de las mecas de la música europea en directo, al nivel del mítico Blue Note. Además del local, Recoletos Jazz renace con una nueva oferta gastronómica de mano del chef Álvaro Gil y una cuidada programación musical para seguir siendo un punto especial de encuentro de los amantes del flamenco, los sonidos cubanos, y por supuesto, del mejor jazz nacional e internacional.
Mi belleza al descubierto
Antes de irme a la cama... Me lavo bien la cara y me echo una crema hidratante.
Mi producto de belleza ideal... El lápiz de ojos. Yo defiendo que los hombres se pinten los ojos.
En mi neceser siempre llevo... Un lápiz de ojos y polvos para los brillos.
Mi perfume favorito... Yo era de 'Diavolo' de Antonio Banderas, porque me cambió la vida. Ahora 'Floris' porque me la regala mi prima.
Voy a la peluquería... Cada doce días.
Mi fondo de armario... Tengo 65 trajes, pero también tengo chándal.
Deporte... Toda la vida he jugado al fútbol, pero lo he tenido que dejar porque me costaba recuperarme de las lesiones.
Dieta... Me cuido porque estoy casado con una vegetariana.
Miguel Lago posa con el equipo de DIEZ MINUTOS
Redactor: Daniel I. Carande. Fotos: Beatriz Velasco. Ayd. de foto: Belén Matey. Estilismo: María Álvarez. Maquillaje y peluquería: Javier Reyes para Furterer. Agradecimientos: AC Hotel Recoletos. Calle de Recoletos, 18. Madrid. . Telf.: 914 361 382. www.marriott.com
Daniel I. Carande lleva dos décadas en el mundo de la prensa del corazón. Con veinte años comenzó su andadura en la revista Diez Minutos, donde continúa cubriendo las mejores fiestas de nuestro país, hace diferentes reportajes y entrevistas a los rostros más conocidos de nuestro país. Durante unos años, compaginó su actividad en la prensa escrita en la revista ¡Qué me dices!.
La radio también se ha cruzado en su camino. Desde hace diez años, es uno de los colaboradores en la sección radiofónica de ‘Crónica Rosa’ de ‘Es la mañana de Federico’ programa presentado por Federico Jiménez Losantos en Esradio.
Además, también ha participado en diferentes programas de televisión como ‘Las mañanas de Cuatro’, ‘Las mañanas’ (La 1 de TVE), ‘Estando contigo’ (Canal Castilla La Mancha) y actualmente es uno de los colaboradores del programa de Antena 3 ‘Y ahora, Sonsoles’, presentado por Sonsoles Ónega.
Estudió Periodismo en la la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Y desde el principio tenía claro que lo suyo era comunicar y colarnos en la vidas y casas de los famosos más relevantes de nuestro país gracias a sus crónicas y a sus entrevistas.