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Conocí a Agustín Bravo hace ya muchos años, a pesar de lo jóvenes que seguimos siendo los dos. Él era ya un reconocido periodista y yo empezaba, pero me trató con el mismo cariño y cercanía como lo ha hecho durante esta entrevista. Y es que los grandes son así. Agustín ahora hace radio y prepara una obra de teatro con su 'hermano', como él llama a Andoni Ferreno, pero sueña con volver a hacer un magazine. Estoy segura que será muy pronto.
Agustín, sigues en la radio pero, ¿en qué más andas metido?
Estoy preparando una nueva obra de teatro con Andoni Ferreño que queremos estrenar a finales de febrero, si me aprendo el papel (Risas). Se llama 'Se alquila', es una obra de Gonzalo Ferreño, el hijo de Andoni. Hace dos años me llamó por primera vez para hacer 'Boeing Boeing' y fue muy bien.
¿Echas de menos la tele?
Claro que sí, lo que pasa es que yo empecé en la radio, que es la base de todo, y di el salto a la tele, que fue un regalo que me dio la vida. Pero la radio es esa novia fiel que tienes siempre, que es maravillosa. Yo disfruto mucho con la radio, pero echo de menos la tele. Un plató también me da la vida y, sobre todo, un magazine, que para mí es la perfección hecha trabajo. Me encantaría volver a hacer uno.
Nada más empezar en la tele, con Hermida, te echó una bronca tremendísima.
Sí, a las 24 horas de empezar. Me quería echar. Pensé: la carrera televisiva más corta de la historia. Jesús me contrató por la voz. Yo le presentaba a él y me dijo que también animara al público y no me acuerdo por qué se enfadó y me echó una bronca… (Risas). Después me tranquilicé porque me dijeron que tenía mucho temperamento y que yo no era el único.
¿Cuál es el consejo que te dio y que a día de hoy recuerdas?
Él siempre decía: 'Diviértanse y disfruten ustedes, porque si lo pasan bien van a hacer disfrutar al público'.
¿Lo piensas cuando pisas un plató?
Lo pienso siempre. Por ejemplo, con este reportaje. Yo intento disfrutar y pasármelo bien porque nunca sabes cuándo se va a acabar esto. Un día sin reírme ni pasármelo bien es un día perdido, aunque la realidad, a veces, te lo ponga difícil. Yo, en general, soy bastante disfrutón, aunque mi mujer dice que no tanto, que soy un poco gruñón.
¿Eres gruñón con ella?
Sí, soy gruñón, sí. Lo último que me han regalado mi mujer y mi hija son dos camisetas con un enanito gruñón.
¿Cuál ha sido tu peor momento en un plató? ¿Lo recuerdas?
Sí. En la tele, fue en una reunión cuando Hermida le preguntó a Nieves Herrero que qué tenía preparado para mañana. Ella me miró y dijo: 'Agustín tiene un reportaje'. Y me tocó improvisar durante quince minutos sobre los Asesinos de la Historia. ¡No había nada preparado! (Risas). Al final salí airoso, pero se me secaba la boca, me inventé datos… Y en lo personal fue hacer el 'Telecupón' cuando mi padre acababa de morir. Carmen Sevilla y todo el equipo me apoyaron mucho, pero fue muy duro.
Otra persona importante en tu vida profesional fue Carmen Sevilla.
Sí. Ella fue para mí el trampolín. Yo empecé con Belén Rueda y era un programa que veía mucha gente, pero Carmen Sevilla era un mito, una estrella que volvía a la televisión. Y se metió a la gente en el bolsillo.
Todo el mundo veía El Cuponcito.
Es historia de la tele porque de Carmen estaba enamorado todo el mundo, los bebés y los de 99. Tenía un magnetismo…
Imagino que este año que se ha ido se te habrá encogido el corazón.
Sí, pero también te digo que era importante que descansara. Llevaba mucho tiempo malita. Que Dios la tenga en su gloria y descanse.
¿Tú comprabas el Cuponcito?
¡Claro y una vez me tocó! 900.000 mil pesetas, que deben ser como 5.500 euros de ahora. Lo vi justo cuando acabó el programa y empecé a invitar allí a todo el mundo. No llegó nada a casa (Risas). Si lo llego a ver en directo, menudo brinco doy aunque no hubiera quedado bien… Yo sigo jugando a la ONCE.
Agustín Bravo y su paso paso por 'Supervivientes'
¿Qué te supuso ir a 'Supervivientes'?
Me lo habían ofrecido hace años. También te digo que ahí no va cualquiera… Y mi perfil es de currante. No soy conflictivo. Yo lo consulté con mi mujer, me animó, valoré que en ese momento necesitaba un pantallazo y me lancé. Eso me lo dijo Vasile: si no sales en la tv, no se acuerdan.
Y te vino muy bien el pantallazo.
Me vino genial porque José Pablo López, que estaba en Telemadrid, me llamó para hacer el magazine de tarde.
Entonces, ¿irías a otro reality?
'GH' me cuesta porque estar ahí 24 horas a muerte no sé. Quizás algo como 'El Desafío' o un programa de cocina. Eso sí que me apetece.
Ahora vives en Madrid por la radio, pero tu mujer y tu hija siguen instaladas en Marbella. ¿Cómo se lleva eso?
Bien porque me voy todos los fines de semana e incluso a veces hago algún programa desde casa. Me hago muchos kilómetros porque con Marbella hay una comunicación pésima, pero Susana y Alejandra son súper felices allí. Y yo también.
Conociste a Susana trabajando y ya no te has separado de ella.
Sí, hemos tenido nuestras crisis pero sí, estamos encantados. Llevamos juntos desde el 98 y nos casamos en 2004. Susana no tiene mucho que ver conmigo, y eso es lo maravilloso. Ella es tímida, serena, me da mucha calma. Y yo padezco de todos los males de nuestro tiempo: ansiedad, estrés…
Alejandra es la otra mujer de tu vida. ¿Se parece a ti?
Sí, pero es rubia y con ojos claros. Yo esperaba una morenaza trianera y parece una guiri.
¿Cómo llevas tú lo de ser suegro?
Bueno… Estoy muy pendiente de ella porque tienes los miedos normales pero también tienes que dejarles volar. Ella quiere ser directora de cine, guionista… Hace unos vídeos… y tiene una voz preciosa. Tiene mucho más talento que yo. Tener éxito es dedicarte a lo que te gusta.
¿Cómo te cuidas?
Debería cuidarme más. Yo veo un gym y me cruzo de acera.
Si volvieras a empezar, ¿qué error no cometerías?
Yo antes pensaba que no quería ser el más rico del cementerio, es decir, que si hacía radio no podía hacer televisión y viceversa y eso es un error. Después he dado charlas en la Universidad de Periodismo y les he dicho a los chavales, no digáis nunca no a nada, a no ser que sea ilegal, claro (Risas). Yo hice la tarde en Canal Sur y me ofrecieron la mañana en la radio y dije que no. Eso es un error.
Pide un deseo.
Seguir con mi programa de radio en Onda Cero Madrid Sur y un magazine en tele.
Agustín Bravo, sus secretos de belleza
Nada más levantarme… Intento comprobar que todo está en su sitio. Me miro al espejo, me miro y me sonrío muchísimo.
Antes de acostarme… Además de lavarme los dientes, si no estoy en casa, pienso en mi hija y mi mujer. Antes me santiguaba y ahora miro arriba y, a veces, le mando un beso a mis padres.
Qué producto no falta en mi baño... Crema hidratante pero me la tengo que poner más.
La prenda que no falta en mi armario... Un buen chaleco de invierno o de verano.
Si vienen amigos a casa y cocino, ¿qué hago? Puedo hacerles una sopa de cebolla muy rica, pasta, que se me da muy bien, o tortilla de espárragos trigueros, que es mi especialidad.
¿Cirugía estética? No, no, me da mucho miedo.
Agustín Bravo con el equipo de Diez Minutos
Texto: Susana Jurado. Fotografía: Pablo Sarabia. Ayudante: Sara Guillén. Maquillaje y peluquería: Javier Reyes. Estilismo: María Álvarez.
























