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Lorena García está feliz. Acaba de debutar en Sant Jordi presentando su libro 'Claves para una maternidad estoica' (Editorial Planeta) y seguirá de promoción con él. Una labor que ha podido compaginar con 'Espejo público' (Antena 3), donde contó que una de sus anécdotas más íntimas, y el cuidado de sus dos hijos. Sobre sus múltiples facetas hablamos con Lorena García.
Si tuvieras que definirte…
Yo te diría que sobre todo soy madre, mujer y periodista. Son tres facetas que tienen que ir encajando.
¿Tú has podido?
He aprendido a delegar, que me ha costado, pero me ha salvado de mucho. No puedes estar al cien por cien en todo, por salud mental es imposible. Si en casa está todo controlado, si sabes en manos de quién están tus hijos… Es imposible sobrevolar sobre todo. Si estoy en el trabajo, me centro en el trabajo, y si pasa algo grave en casa, quien está con los niños evidentemente me va a avisar.
La de los hijos, en tu caso particular, es una responsabilidad compartida.
Sí, con mi marido. He aprendido a delegar en él y he intentado enseñarle que los hombres pueden hacer mucho de lo que ellos descargan en las mujeres. Eso de 'es que la niña solo se duerme contigo'. Pues no, si yo no estoy, la niña se duerme. El libro me ha ayudado a entender la forma que tiene él de ver la maternidad, a mí, y llegar así a esa corresponsabilidad. Que no me cargue con tareas que él piense que solo puedo hacer yo, y sobre todo que no escude su responsabilidad en que la madre lo hace mejor.
¿Este sentimiento lo tienes desde que tuviste a tu primer hijo, Mario?
Lo he ido aprendiendo. El libro lo escribo tras nacer mi hija Gabriela, y esa es la clave. El primer posparto fue muy duro y ahí aprendí mucho para el siguiente.
¿Desde que nacieron tus hijos, hace cinco y dos años, eres mejor?
Sin duda. Si algo me ha enseñado la maternidad es a relativizar y a tener claro qué es lo importante y qué no. Y a valorar más lo bueno que tengo, que es mucho. Yo soy una persona con carácter, muy perfeccionista, pero el exceso te puede llevar a la frustración, y eso es de lo que huyo.
¿Tú has podido conciliar?
La conciliación es una asignatura pendiente en general, pero yo me considero una privilegiada porque tengo un horario de trabajo que me ha permitido compaginarlo con la crianza.
¿Siempre has tenido tan acentuado el sentimiento maternal?
Me gustan mucho los niños pero he sido muy práctica, sabía que si los hijos llegaban, perfecto, pero tampoco iba a luchar contra los elementos. De hecho, me encontré con la imposibilidad real de convertirme en madre. Mi primer hijo es fruto de una inseminación artificial. Pasé por un tratamiento de fertilidad porque el embarazo no llegaba, y lo intentamos años. Ahí aprendí a no frustrarme, deseaba con todas mis fuerzas ser madre pero aprendí, y ahí empezó mi relación con el estoicismo, que tenía que ser feliz aunque no fuera madre. Y me quedé embarazada de Mario…
Háblame de tu marido.
Jorge y yo nos conocemos desde hace años porque su madre y la mía descienden del mismo pueblo de Guadalajara, del Alto Tajo. Él es dos años menor, nunca me llamó la atención, ni yo a él, hasta que nos hicimos mayores, coincidimos un verano en las fiestas, y al año siguiente. Ahí ya sí que dijimos 'vamos a intentarlo'. Nos casamos en 2015, hicimos una boda rural, la que queríamos, en contra de lo que pensaban mis padres. Lo repetiría todo tal cual. Y hasta hoy.
¿Tiene que ver con tu profesión?
Nada, pero me ha entendido mucho. Y pese a nuestras diferencias, hemos creado un muy buen equipo, nos queremos muchísimo, y hay respeto.
¿Os animáis a por un tercer hijo?
Nunca digas nunca, pero a estas alturas de la película yo creo que no. Estamos muy bien ahora mismo. Cuatro es un número precioso. Te diría que por la excusa de la edad (tiene 42 años), pero no.
¿Cómo son tus peques?
Mario es un clon mío, es innegable que es mi hijo, y Gabriela de carácter es igual que yo. La polvorilla de la casa es ella. Tiene mucho carácter y personalidad. Es un reto porque yo he sufrido mucho por mi carácter, pasé por una adolescencia complicada. Tiene dos años, terribles, los de las pataletas.
Hablemos ya de tu trabajo. ¿Eres una periodista vocacional?
No tengo antecedentes, pero siempre he sido muy locuaz. De niña me gusta hablar, narrar, y una profesora de EGB vio en mí ese gusanillo del periodismo. Llegó un momento en que no me imaginaba haciendo otra cosa. Lo que no tuve tan claro era lo de ser periodista de televisión, me lo he ido encontrando en el camino.
¿Cuáles fueron tus inicios?
En la radio, en COPE Guadalajara, de ahí salto a la tele de Castilla-La Mancha… Disfruté muchísimo esa etapa de reportera. Si hoy me gusta tanto el periodismo es por lo que viví entonces, el estar al pie de la noticia, el periodismo de cercanía, el local y regional en el que yo me curtí.
¿Y cómo es ahora estar en un gigante de la comunicación como Antena 3?
Me siento una persona muy afortunada. Cuando quise ser periodista, mi madre me dijo que me iba a morir de hambre (risas), no le veía ni mucho futuro ni mucha seguridad. Nunca me atreví ni siquiera a soñar que pudiera acabar en un sitio como 'Espejo público'. Fue el trabajar y también el tener un poquito de suerte. He conseguido llegar en el momento adecuado, con mi esfuerzo.
Ya que hemos estado charlando de maternidad y de tele, ¿quién podría ser la 'madre' televisiva de Lorena García, o al menos esa figura referente?
Yo es que profesionalmente trabajo al lado de Susanna Griso, que es mi referente. Es la que tira del carro, una curranta. Tiene muchísima energía, lleva cantidad de años presentando 'Espejo público' pero para ella cada programa sigue siendo un reto, y eso lo transmite al equipo. Que tenga esa fuerza es contagioso. Resulta un lujo tenerla al lado. La definiría como una profesional como la copa de un pino, además de una tía súper maja. Y no le tengo que hacer la pelota porque mi puesto de trabajo no depende de ella (risas).
¿Otros ejemplos a seguir?
Trabajo en una empresa en la que hay gente muy buena. Matías Prats, por ejemplo, es el periodismo. Si pienso en noticia, él me viene a la cabeza, es inevitable. Pasa lo mismo que con Susanna. Es un lujazo cruzarse con él por los pasillos. Tenerle de compañero, ni lo soñaba.
En un magazine matinal como es el caso de 'Espejo público', los temas son muy variados. ¿Con qué te quedas?
Como vengo de informativos, me siento más cómoda en esa primera parte del programa: política, economía, internacional… Pero disfruto y me divierto cantidad cuando no está Susanna y tengo que sustituirla. Porque se tratan temas sociales, entre otros tantos, con los que yo empatizo bastante.
¿Y la parte de corazón?
Es verdad que he tenido un perfil un poco serio, viniendo de informativos. Me lo dijo Alberto Díaz, el director de 'Más Espejo' (y antes de 'Sálvame') en verano. En nuestra primera reunión me comentó que quería verme reír en la tele, y tiene razón. Al final, si tú te diviertes eso traspasa la pantalla. La tele también es entretenimiento, compañía para mucha gente.
¿Con qué colaborador de esa sección te lo pasas mejor?
Pilar Vidal es maravillosa. Es que hay que quererla. Ahí donde la ves, que tiene una parte muy dura, luego es un cacho de pan. Merece que le vayan bien las cosas. ¡Una persona vitamina, vaya!
¿Y el entrevistado con el que te quedas, sin dudarlo?
Nunca he sido fan de David Bisbal, tenía mil reservas sobre él, lo confieso, pero fue llegar al programa y me resultó tan majo, tan simpático, tan cercano.… Me ganó totalmente.
Cita con Lorena García en... Hard Rock Hotel
Con Lorena todo se dio de maravilla en el Hard Rock Hotel Madrid, cuyo emblemático RT60, exclusivo rooftop del establecimiento, acaba de reabrir sus puertas. Con vistas panorámicas de 360 grados a la capital, esta terraza, situada en la 8ª planta, ofrece un ambiente relajado y una nueva carta gastronómica, perfecta para compartir. Está abierta todos los días de 15.00 a 22.00.
Los secretos de belleza de Lorena García, al descubierto
Soy una persona coqueta... Sí lo soy, quién no. A todos nos gusta vernos bien, es autoestima pura.
Parte de mi cuerpo que cuido más... Donde más cremitas me pongo es en la cara. Y hago mucho deporte para verme bien los brazos.
Por la noche... No me voy a la cama sin desmaquillarme, sin limpiarme bien la cara, y luego ya me pongo mis productos, para que hagan su trabajo por la noche.
Productos que no me pueden faltar… El contorno de ojos y el sérum para la noche.
Me haría algún retoque en la cara... Sí, por qué no. No me refiero a una cirugía, pero todo lo que pueda ayudar a estar mejor, sin llegar a cambiar mi esencia…
Qué no me tocaría... Ni la nariz ni los labios.
Lorena García, sus productos de belleza favoritos
Lorena García con el equipo de Diez Minutos
Texto: Belén Alonso. Fotos: Ana Ruiz. Ayudante de fotografía: Idoia Vitas. Estilismo: María Álvarez. Maquillaje y peluquería: Pablo Cerdán. Agradecimientos: Hard Rock Hotel Madrid. Ronda de Atocha, 17. Madrid. Teléfono: 915 30 80 00.
Belén Alonso es experta en televisión. Empezó hace más de veinte años escribiendo de la tele lineal, sigue en ello y le ha añadido su pasión por las plataformas de streaming, con todas las posibilidades de series y programas que ofrecen HBO Max, Netflix o Amazon Prime Video.
La cultura es otra de sus pasiones, y de teatro, literatura o exposiciones en general ha tratado en estos últimos años. Todo sin dejar de hablar de los personajes del corazón, cuyas vidas dan para más de una novela, película, serie o representación.
Y puestos a hablar, tiene mucho que contar de nuestra Familia Real y demás familias reales, sobre todo europeas. ¿Otras especialidades además de la monarquía? Los temas de salud, estilo de vida, dinero…
Belén Alonso se licenció en la Universidad Complutense de Madrid y ha colaborado en varias agencias de comunicación antes de llegar a lo que ahora es Hearst España, donde ha trabajado en “Supertele”, “Teleprograma”, “¡Qué me dices!” y, por último, “Diez Minutos”, donde lleva más de cinco años.
